Compañeros,
Con la idea de seguir acercando material de apoyo, lean con atención este trabajo de Walter Migliónico, un referente del PIT-CNT en cuanto a la salud del trabajador. Es un libro bien completo que aclarara un montón de conceptos y nos prepara mejor para encarar nuestras reinvindicaciones en materia de seguridad y salud laboral.
Salud compañeros!
Salud y Trabajo - Guia para la acción sindical
sábado, 25 de diciembre de 2010
Enfermedades Profesionales - Un problema con escasa visibilidad
Compañeros,
Este es un trabajo del Dpto. de Salud Laboral y Medio Ambiente del PIT-CNT sobre las enfermedades profesionales, la normativa vigente y cuanto queda por hacer para mejorar las condiciones de salud de los trabajadores y trabajadoras.
Espero les sea de utilidad, saludos
Este es un trabajo del Dpto. de Salud Laboral y Medio Ambiente del PIT-CNT sobre las enfermedades profesionales, la normativa vigente y cuanto queda por hacer para mejorar las condiciones de salud de los trabajadores y trabajadoras.
Espero les sea de utilidad, saludos
070830 sl migli
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sábado, 13 de noviembre de 2010
PARO GENERAL PIT-CNT _ 16/11/2010
POR MÁS DEMOCRACIA
POR VERDAD Y JUSTICIA
PRESUPUESTO PARA EL PAIS PRODUCTIVO
MEJORES SALARIOS
MÁS Y MEJOR NEGOCIACION COLECTIVA
PARO GENERAL DEL PIT-CNT
MARTES 16 DE NOVIEMBRE DE 9 A 13 HORAS
CONCENTRACION Y ACTO EN MONTEVIDEO
HORA 10 PALACIO LEGISLATIVO.
EN EL INTERIOR CADA PLENARIO, RESUELVE LAS CARACTERISTICAS DE LA MOVILIZACIÓN ZONAL
¡TODOS AL PARO GENERAL!
Los trabajadores y el pueblo uruguayo vivimos un momento político y social de cambios en nuestro país, que en general favorecen los intereses de las grandes mayorías populares.
En el tiempo que lleva el actual gobierno en su ejercicio, constatamos avances y también contradicciones con las propuestas de país que impulsa nuestro PIT-CNT, algunas de las cuales ya manifestamos en los pasados cinco años.
Esas contradicciones y diferencias con el desarrollo de algunos aspectos de la política del gobierno, no nos confunden a la hora de caracterizar al mismo y al momento político que atravesamos.
Nuestras diferencias expresadas centralmente en una mejor redistribución de la riqueza que genera nuestro pueblo y un mayor crecimiento de los salarios en relación con el actual crecimiento de la economía, las ubicamos además en la actual ley de presupuesto, en el irregular funcionamiento de los consejos de salarios, en la ausencia de los trabajadores de la discusión de la llamada reforma del estado que promueve el gobierno, en los recursos destinados para la educación, en la necesaria profundización de la actual Reforma de la Salud.
Nuestro reclamo por Verdad y Justicia se reafirma en todos sus términos, los crímenes cometidos contra nuestro pueblo no caducan, por eso reclamamos al parlamento la anulación de la ley de caducidad.
En definitiva lo que está en disputa es la continuidad y la profundización del actual proceso de cambios, frente al bloque de poder que integran las clases dominantes.
Para ello se necesita a las grandes mayorías de nuestro pueblo organizadas y movilizadas.
Aprobación de la Ley interpretativa para la Anulación de la Ley de Caducidad.
En defensa de los Consejos de Salarios y la Ley de Negociación Colectiva.
Por mayor Presupuesto al Servicio del País Productivo.
Por Negociación Colectiva para el Sector Público y los Trabajadores Municipales.
Por desarrollo productivo con Justicia Social.
Por mayor Presupuesto para la Educación al Servicio del Pueblo.
Por más y mejor Sistema Nacional Integrado de Salud.
LOS CAMBIOS SON CON LOS TRABAJADORES Y EL PUEBLO.
EL 16 DE NOVIEMBRE TODOS AL PARO GENERAL.
PIT-CNT.
POR VERDAD Y JUSTICIA
PRESUPUESTO PARA EL PAIS PRODUCTIVO
MEJORES SALARIOS
MÁS Y MEJOR NEGOCIACION COLECTIVA
PARO GENERAL DEL PIT-CNT
MARTES 16 DE NOVIEMBRE DE 9 A 13 HORAS
CONCENTRACION Y ACTO EN MONTEVIDEO
HORA 10 PALACIO LEGISLATIVO.
EN EL INTERIOR CADA PLENARIO, RESUELVE LAS CARACTERISTICAS DE LA MOVILIZACIÓN ZONAL
¡TODOS AL PARO GENERAL!
Los trabajadores y el pueblo uruguayo vivimos un momento político y social de cambios en nuestro país, que en general favorecen los intereses de las grandes mayorías populares.
En el tiempo que lleva el actual gobierno en su ejercicio, constatamos avances y también contradicciones con las propuestas de país que impulsa nuestro PIT-CNT, algunas de las cuales ya manifestamos en los pasados cinco años.
Esas contradicciones y diferencias con el desarrollo de algunos aspectos de la política del gobierno, no nos confunden a la hora de caracterizar al mismo y al momento político que atravesamos.
Nuestras diferencias expresadas centralmente en una mejor redistribución de la riqueza que genera nuestro pueblo y un mayor crecimiento de los salarios en relación con el actual crecimiento de la economía, las ubicamos además en la actual ley de presupuesto, en el irregular funcionamiento de los consejos de salarios, en la ausencia de los trabajadores de la discusión de la llamada reforma del estado que promueve el gobierno, en los recursos destinados para la educación, en la necesaria profundización de la actual Reforma de la Salud.
Nuestro reclamo por Verdad y Justicia se reafirma en todos sus términos, los crímenes cometidos contra nuestro pueblo no caducan, por eso reclamamos al parlamento la anulación de la ley de caducidad.
En definitiva lo que está en disputa es la continuidad y la profundización del actual proceso de cambios, frente al bloque de poder que integran las clases dominantes.
Para ello se necesita a las grandes mayorías de nuestro pueblo organizadas y movilizadas.
Aprobación de la Ley interpretativa para la Anulación de la Ley de Caducidad.
En defensa de los Consejos de Salarios y la Ley de Negociación Colectiva.
Por mayor Presupuesto al Servicio del País Productivo.
Por Negociación Colectiva para el Sector Público y los Trabajadores Municipales.
Por desarrollo productivo con Justicia Social.
Por mayor Presupuesto para la Educación al Servicio del Pueblo.
Por más y mejor Sistema Nacional Integrado de Salud.
LOS CAMBIOS SON CON LOS TRABAJADORES Y EL PUEBLO.
EL 16 DE NOVIEMBRE TODOS AL PARO GENERAL.
PIT-CNT.
domingo, 24 de octubre de 2010
Accidente en American Chemical - Informe extraído de "Trabajo y Utopía" del Instituto Cuesta Duarte
Hace tres meses murió un trabajador en la planta de American Chemical empresa que siempre se ha hecho propaganda como ejemplo de respeto a las normas de seguridad y cuidado del medio ambiente. El trabajador fue enviado a realizar una tarea de alto riesgo sin que se cumplieran normas mínimas de precaución.
Casi enseguida la empresa salió a la prensa a “sacarse la culpa”, a decir que todo se había hecho en regla y que la desgracia ocurrida era un “lamentable accidente”.
Para los trabajadores hubiera sido muy fácil salir a acusar a la empresa hacer un poco de escándalo en la prensa, utilizando el dolor que todos sentíamos en ese momento.
Sin embargo se optó por el trabajo serio y a fondo. No interesaba gritar para exteriorizar el dolor por algo que ya era irreparable, sino trabajar para prevenir situaciones similares en el futuro.
Los trabajadores sindicalizados de la empresa, junto a su sindicato, el S.T.I.Q. promovieron reuniones, discutieron con otros trabajadores para tratar de aumentar la conciencia sobre nuestros derechos, fueron a los organismos públicos para exigir una investigación en serio de lo ocurrido y promover medidas a futuro.
Hoy la Inspección General de Trabajo, pese a algunas demoras, ha llegado a una conclusión clara respecto a que el accidente se podría haber evitado si se hubiera cumplido con las normas vigentes y ha propuesto medidas de prevención hacia el futuro. Adjuntamos el informe elaborado por el S.T.I.Q. como balance de lo hecho en este período, incluyendo las conclusiones y propuestas de la Inspección General de Trabajo.
Secretaría de Salud Laboral y Medio Ambiente
Informe sobre American Chemical
Montevideo, 26 de agosto de 2010
A dos meses del accidente de trabajo (19/6/2010) ocurrido en esta empresa es necesario resumir lo hecho por el STIQ e informar de los resultados. Asimismo, a partir de ello analizar y resolver los pasos a seguir.
Lo hecho: Enterados del accidente, compañeros del gremio concurrieron a la empresa para conversar con los compañeros.
Asimismo la dirección del STIQ resolvió comenzar ese mismo día (sábado 19/6/2010)un paro de 24 horas que comenzó a las 12 hrs.
El domingo 20/6/2010 se convocó a reunión de directiva urgente, con participación de compañeros de American Chemical. Allí se analizó y resolvió los objetivos y pasos a seguir.
En estos dos meses las medidas y gestiones del gremio fueron muchas:
•Paro de 24 horas.
•Plenario de Delegados de Comité de Base y Comisiones de Seguridad convocados con carácter de grave y urgente.
•Paros con asambleas de fábricas.
•Comunicados y entrevistas en la prensa.
•Reuniones con Ministerio del Interior y MTSS.
•Gestiones varias en Inspección Nacional de Trabajo.
•Reuniones con ASIQUR y con la patronal de American Chemical.
Los objetivos fueron:
•Exigir la participación del STIQ y tener acceso a la información.
•Instalar con la empresa, ASIQUR y MTSS, una comisión de trabajo para avanzar en la información y llegar a una conclusión.
Dentro de este planteo, el STIQ reivindicó ingresar a la planta de American Chemical.
Desde el inicio, el STIQ mantuvo una posición serena pero firme con la convicción de que existía responsabilidad de la empresa y de que el accidente se podría haber evitado.
Durante más de un mes las conversaciones y gestiones fueron complejas y por momentos muy duras.
La empresa, ASIQUR y la propia Inspección de Trabajo dilataron las reuniones y fueron adversos a la participación e información para con el STIQ (especialmente ASIQUR que prácticamente se desvinculó del asunto)
Ante ello la dirección del STIQ tomó algunas decisiones claves para cambiar la situación, lo que dio resultados. El día 28/7/2010 la empresa acepta el ingreso del STIQ a la planta, realizándose una reunión con la firma de un documento y recorrido por toda la fábrica.
El día 9/8/2010 la Inspección General de Trabajo entrega al STIQ un informe que es concluyente sobre el accidente y que demuestra lo justo de nuestro planteo inicial.
Conclusiones primarias del Consejo Directivo del STIQ:
En un tema muy delicado y complejo nos hemos movido bien. Actuamos en forma organizada, unida y con inteligencia. Los compañeros de American Chemical y del gremio todo confiaron en la directiva respaldando la estrategia a seguir.
El resultado inicial de todo lo hecho nos permite expresar(con mucha cautela)que hemos avanzado y obtenido un logro muy importante. Ahora habrá que esperar los acontecimientos, pero también ir resolviendo las futuras acciones a realizar.
Para ello proponemos:
1. Tener en cuenta y poner en práctica las resoluciones tomadas el 29/6/2010 en el plenario de seguridad.
2. Analizar y elaborar un proyecto que contemple nuevas y/o diferentes normativas y leyes en el orden de los protocolos de seguridad, participación e incidencia de los trabajadores, defensa ante los reclamos y/o negativa a realizar tareas si se consideran riesgosas, así como leyes que determinen claras penas ante negligencias patronales.
POR ÚLTIMO SALUDAMOS AL GREMIO Y CONVOCAMOS A TODOS LOS COMPAÑEROS INDIVIDUAL Y COLECTIVAMENTE A TOMAR CONCIENCIA Y NO TEMER A EXIGIR CONDICIONES DE TRABAJO SEGURAS Y DIGNAS.
ARRIBA LOS QUE LUCHAN UNIDAD Y SOLIDARIDAD SIEMPRE!!!
Consejo Directivo del STIQ
26/8/2010
Extracto del Informe de la Inspección General del trabajo
5.CAUSAS DETECTADAS
5.1.Metodología de trabajo que no contempló los riesgos a los que estaban expuestos los operarios encomendados a esas tareas.
5.2.Protocolo de Evaluación de trabajos especiales sin elementos
de comprobación adecuados.
5.3.Capacitación que no contempló todos los procesos productivos y sus riesgos.
5.4.Falta de vigilancia continua de los procesos productivos.
6.PROPUESTA DE MEDIDAS CORRECTORAS
6.1.Implementación de metodología de trabajo que contemple todos los procesos productivos, los productos químicos y sus reacciones.
6.2.Protocolo de evaluación y elementos de comprobación adecuado.
6.3.Capacitación acorde a los riesgos existentes.
6.4.Vigilancia continua de los procesos productivos.
8.CONCLUSIONES
De haberse incorporado a los procedimientos de trabajo, aspectos
contemplados en las Fichas de Seguridad en la Prevención de riesgos,
así como una vigilancia continua de todos los procesos productivos y la instrucción específica a todos los involucrados, así como también
una delimitación clara de las responsabilidades en cada etapa de los
procesos productivos, según lo que está establecido en las normas vi-
gentes, el siniestro probablemente se hubiera evitado o de lo contrario, minimizado las consecuencias.
Casi enseguida la empresa salió a la prensa a “sacarse la culpa”, a decir que todo se había hecho en regla y que la desgracia ocurrida era un “lamentable accidente”.
Para los trabajadores hubiera sido muy fácil salir a acusar a la empresa hacer un poco de escándalo en la prensa, utilizando el dolor que todos sentíamos en ese momento.
Sin embargo se optó por el trabajo serio y a fondo. No interesaba gritar para exteriorizar el dolor por algo que ya era irreparable, sino trabajar para prevenir situaciones similares en el futuro.
Los trabajadores sindicalizados de la empresa, junto a su sindicato, el S.T.I.Q. promovieron reuniones, discutieron con otros trabajadores para tratar de aumentar la conciencia sobre nuestros derechos, fueron a los organismos públicos para exigir una investigación en serio de lo ocurrido y promover medidas a futuro.
Hoy la Inspección General de Trabajo, pese a algunas demoras, ha llegado a una conclusión clara respecto a que el accidente se podría haber evitado si se hubiera cumplido con las normas vigentes y ha propuesto medidas de prevención hacia el futuro. Adjuntamos el informe elaborado por el S.T.I.Q. como balance de lo hecho en este período, incluyendo las conclusiones y propuestas de la Inspección General de Trabajo.
Secretaría de Salud Laboral y Medio Ambiente
Informe sobre American Chemical
Montevideo, 26 de agosto de 2010
A dos meses del accidente de trabajo (19/6/2010) ocurrido en esta empresa es necesario resumir lo hecho por el STIQ e informar de los resultados. Asimismo, a partir de ello analizar y resolver los pasos a seguir.
Lo hecho: Enterados del accidente, compañeros del gremio concurrieron a la empresa para conversar con los compañeros.
Asimismo la dirección del STIQ resolvió comenzar ese mismo día (sábado 19/6/2010)un paro de 24 horas que comenzó a las 12 hrs.
El domingo 20/6/2010 se convocó a reunión de directiva urgente, con participación de compañeros de American Chemical. Allí se analizó y resolvió los objetivos y pasos a seguir.
En estos dos meses las medidas y gestiones del gremio fueron muchas:
•Paro de 24 horas.
•Plenario de Delegados de Comité de Base y Comisiones de Seguridad convocados con carácter de grave y urgente.
•Paros con asambleas de fábricas.
•Comunicados y entrevistas en la prensa.
•Reuniones con Ministerio del Interior y MTSS.
•Gestiones varias en Inspección Nacional de Trabajo.
•Reuniones con ASIQUR y con la patronal de American Chemical.
Los objetivos fueron:
•Exigir la participación del STIQ y tener acceso a la información.
•Instalar con la empresa, ASIQUR y MTSS, una comisión de trabajo para avanzar en la información y llegar a una conclusión.
Dentro de este planteo, el STIQ reivindicó ingresar a la planta de American Chemical.
Desde el inicio, el STIQ mantuvo una posición serena pero firme con la convicción de que existía responsabilidad de la empresa y de que el accidente se podría haber evitado.
Durante más de un mes las conversaciones y gestiones fueron complejas y por momentos muy duras.
La empresa, ASIQUR y la propia Inspección de Trabajo dilataron las reuniones y fueron adversos a la participación e información para con el STIQ (especialmente ASIQUR que prácticamente se desvinculó del asunto)
Ante ello la dirección del STIQ tomó algunas decisiones claves para cambiar la situación, lo que dio resultados. El día 28/7/2010 la empresa acepta el ingreso del STIQ a la planta, realizándose una reunión con la firma de un documento y recorrido por toda la fábrica.
El día 9/8/2010 la Inspección General de Trabajo entrega al STIQ un informe que es concluyente sobre el accidente y que demuestra lo justo de nuestro planteo inicial.
Conclusiones primarias del Consejo Directivo del STIQ:
En un tema muy delicado y complejo nos hemos movido bien. Actuamos en forma organizada, unida y con inteligencia. Los compañeros de American Chemical y del gremio todo confiaron en la directiva respaldando la estrategia a seguir.
El resultado inicial de todo lo hecho nos permite expresar(con mucha cautela)que hemos avanzado y obtenido un logro muy importante. Ahora habrá que esperar los acontecimientos, pero también ir resolviendo las futuras acciones a realizar.
Para ello proponemos:
1. Tener en cuenta y poner en práctica las resoluciones tomadas el 29/6/2010 en el plenario de seguridad.
2. Analizar y elaborar un proyecto que contemple nuevas y/o diferentes normativas y leyes en el orden de los protocolos de seguridad, participación e incidencia de los trabajadores, defensa ante los reclamos y/o negativa a realizar tareas si se consideran riesgosas, así como leyes que determinen claras penas ante negligencias patronales.
POR ÚLTIMO SALUDAMOS AL GREMIO Y CONVOCAMOS A TODOS LOS COMPAÑEROS INDIVIDUAL Y COLECTIVAMENTE A TOMAR CONCIENCIA Y NO TEMER A EXIGIR CONDICIONES DE TRABAJO SEGURAS Y DIGNAS.
ARRIBA LOS QUE LUCHAN UNIDAD Y SOLIDARIDAD SIEMPRE!!!
Consejo Directivo del STIQ
26/8/2010
Extracto del Informe de la Inspección General del trabajo
5.CAUSAS DETECTADAS
5.1.Metodología de trabajo que no contempló los riesgos a los que estaban expuestos los operarios encomendados a esas tareas.
5.2.Protocolo de Evaluación de trabajos especiales sin elementos
de comprobación adecuados.
5.3.Capacitación que no contempló todos los procesos productivos y sus riesgos.
5.4.Falta de vigilancia continua de los procesos productivos.
6.PROPUESTA DE MEDIDAS CORRECTORAS
6.1.Implementación de metodología de trabajo que contemple todos los procesos productivos, los productos químicos y sus reacciones.
6.2.Protocolo de evaluación y elementos de comprobación adecuado.
6.3.Capacitación acorde a los riesgos existentes.
6.4.Vigilancia continua de los procesos productivos.
8.CONCLUSIONES
De haberse incorporado a los procedimientos de trabajo, aspectos
contemplados en las Fichas de Seguridad en la Prevención de riesgos,
así como una vigilancia continua de todos los procesos productivos y la instrucción específica a todos los involucrados, así como también
una delimitación clara de las responsabilidades en cada etapa de los
procesos productivos, según lo que está establecido en las normas vi-
gentes, el siniestro probablemente se hubiera evitado o de lo contrario, minimizado las consecuencias.
sábado, 16 de octubre de 2010
EL CONGRESO DEL PUEBLO - Nacimiento de la C.N.T.
En abril de 1959 la Comisión Coordinadora –creada en 1956-, llamó a una reunión con el carácter de “asamblea consultiva de sindicatos”, la cual se realizó el mismo mes de abril; luego de otras dos reuniones en 1959 (agosto y octubre), se realizó el “Congreso de Unificación Sindical”, el cual inició sus sesiones el 9 de diciembre de 1959, con la intención de constituir una “central única”; luego de sucesivos cuartos intermedios que se prolongan hasta junio de 1961, culmina con la creación de la “Central de Trabajadores del Uruguay” (CTU), no “única” en la medida que los propios sindicatos que participaban de ella entienden que no pueden prescindir de otras organizaciones que habían decidido no integrarla.
El Congreso, en abril de 1960 realiza un llamamiento a todas las fuerzas populares y a los poderes públicos para enfrentar la política del FMI.
En mayo de 1964 los gremios textil, gráfico y de Funsa, acordaron con la CTU la convocatoria de una Convención Nacional de Trabajadores.
En setiembre de 1964 se reúne la Convención y decide:
· Convertirse en un órgano coordinador de la CTU con todos los sindicatos.
· Convocar a una jornada de protesta con un paro general nacional para el 6 de abril de 1965, precedida de grandes asambleas en las que se discutieran los puntos de la propuesta programática aprobada por la Convención. Llamar a otras fuerzas sociales para participar en dicha jornada.
· Convocar para agosto de 1965 un Congreso del Pueblo, donde participaran organizaciones de los sectores populares: estudiantes, profesionales, cooperativas agropecuarias, iglesias, etc.
· Discutir la propuesta programática de la Convención Nacional de Trabajadores y formular un programa que fuera representativo de todos los sectores populares, y no sólo de los trabajadores.
El Congreso del Pueblo se realizó precedido del paro de abril; concurrieron a él casi 1.100 delegados representando a más de 700 organizaciones sociales.
En octubre de 1966 se reunió el Congreso de Unificación Sindical, mediante el cual la CNT dejó de ser la Coordinadora de Sindicatos para convertirse en la central de los trabajadores uruguayos.
Dicho Congreso dotó a la CNT de un Estatuto, una Declaración de Principios, un Programa, una dirección, y de un funcionamiento democrático de sus congresos.
La Declaración de Principios reafirmó el carácter autónomo del movimiento obrero, vinculó la lucha nacional con la unidad latinoamericana, antiimperialista y reafirmó también la fraternidad y solidaridad internacional de todos los trabajadores.
El Programa proponía una serie de medidas tendientes, no sólo a superar la crisis sino a desarrollar económica, social y políticamente el país; reforma agraria e industrial, nacionalización de los monopolios y del comercio exterior, reforma de la política de inversiones públicas, reforma tributaria, crediticia y bancaria, reforma de la seguridad social, de la educación y de la cultura.
Este proceso de los trabajadores uruguayos recogía una rica tradición histórica: desde comienzos del siglo XX los trabajadores y sus distintas organizaciones sindicales habían bregado por la unidad de todos: 1966 fue el año de la concreción.
También dicho proceso de unidad fue solidificado en medio de conflictos y luchas; entre el final de la década de 1950 y 1965 se desarrollaron conflictos muy largos en la industria, en los organismos públicos y en las empresas rurales, que obligaron a las distintas organizaciones públicas y en las empresas rurales, que obligaron a las distintas organizaciones sindicales a desplegar una energía muy grande, y provocaron la solidaridad del conjunto de los trabajadores: luchas por derechos sindicales, seguros de enfermedad y otros beneficios sociales, por la tierra y contra la desocupación, contra la congelación de salarios, etc. Entes autónomos (UTE y otros en 1959), textiles (1960), tabacaleros (de1960 a 1961), metalúrgicos de TEM (1961) y Aluruguay (1962), frigoríficos (1962 y 1963), bancarios, funcionarios municipales, de la Administración Central y Descentralizada del Estado (1963, 1964 y 1965), personal de Lanasur (1964 y 1965, marchas de los trabajadores rurales, azucareros (1962, 1964 y 1965).
La crisis económica golpea fuerte a los sectores populares y éstos responden a través de una serie de medidas de lucha que llevan al enfrentamiento con las políticas gubernamentales, optando el Poder Ejecutivo por implantar las Medidas Prontas de Seguridad (octubre de 1967).
A medida que la crisis se profundizaba, que se planteaban nuevas y más continuas situaciones coyunturales, retornan dentro de la CNT las discusiones las discusiones que derivaban de distintos enfoques de apreciación de la realidad del momento: enfoques vinculados tanto a las experiencias de los distintos gremios y sindicatos como a las apreciaciones que los dirigentes de las organizaciones sindicales tenían en función de sus diferentes visiones políticas. Es así que en torno a esta problemática sobre la situación política, la metodología a seguir para mejor enfrentar las medidas gubernamentales contra los intereses de los trabajadores y de los sectores populares.
Las tácticas mejores para la acumulación estratégica de fuerzas en el plano sindical, llevan a la constitución de agrupamientos sindicales que enfrentan a una conducción mayoritaria de la CNT con la denominada “tendencia”.
Fuente: Instituto Cuesta Duarte, PIT-CNT
El Congreso, en abril de 1960 realiza un llamamiento a todas las fuerzas populares y a los poderes públicos para enfrentar la política del FMI.
En mayo de 1964 los gremios textil, gráfico y de Funsa, acordaron con la CTU la convocatoria de una Convención Nacional de Trabajadores.
En setiembre de 1964 se reúne la Convención y decide:
· Convertirse en un órgano coordinador de la CTU con todos los sindicatos.
· Convocar a una jornada de protesta con un paro general nacional para el 6 de abril de 1965, precedida de grandes asambleas en las que se discutieran los puntos de la propuesta programática aprobada por la Convención. Llamar a otras fuerzas sociales para participar en dicha jornada.
· Convocar para agosto de 1965 un Congreso del Pueblo, donde participaran organizaciones de los sectores populares: estudiantes, profesionales, cooperativas agropecuarias, iglesias, etc.
· Discutir la propuesta programática de la Convención Nacional de Trabajadores y formular un programa que fuera representativo de todos los sectores populares, y no sólo de los trabajadores.
El Congreso del Pueblo se realizó precedido del paro de abril; concurrieron a él casi 1.100 delegados representando a más de 700 organizaciones sociales.
En octubre de 1966 se reunió el Congreso de Unificación Sindical, mediante el cual la CNT dejó de ser la Coordinadora de Sindicatos para convertirse en la central de los trabajadores uruguayos.
Dicho Congreso dotó a la CNT de un Estatuto, una Declaración de Principios, un Programa, una dirección, y de un funcionamiento democrático de sus congresos.
La Declaración de Principios reafirmó el carácter autónomo del movimiento obrero, vinculó la lucha nacional con la unidad latinoamericana, antiimperialista y reafirmó también la fraternidad y solidaridad internacional de todos los trabajadores.
El Programa proponía una serie de medidas tendientes, no sólo a superar la crisis sino a desarrollar económica, social y políticamente el país; reforma agraria e industrial, nacionalización de los monopolios y del comercio exterior, reforma de la política de inversiones públicas, reforma tributaria, crediticia y bancaria, reforma de la seguridad social, de la educación y de la cultura.
Este proceso de los trabajadores uruguayos recogía una rica tradición histórica: desde comienzos del siglo XX los trabajadores y sus distintas organizaciones sindicales habían bregado por la unidad de todos: 1966 fue el año de la concreción.
También dicho proceso de unidad fue solidificado en medio de conflictos y luchas; entre el final de la década de 1950 y 1965 se desarrollaron conflictos muy largos en la industria, en los organismos públicos y en las empresas rurales, que obligaron a las distintas organizaciones públicas y en las empresas rurales, que obligaron a las distintas organizaciones sindicales a desplegar una energía muy grande, y provocaron la solidaridad del conjunto de los trabajadores: luchas por derechos sindicales, seguros de enfermedad y otros beneficios sociales, por la tierra y contra la desocupación, contra la congelación de salarios, etc. Entes autónomos (UTE y otros en 1959), textiles (1960), tabacaleros (de1960 a 1961), metalúrgicos de TEM (1961) y Aluruguay (1962), frigoríficos (1962 y 1963), bancarios, funcionarios municipales, de la Administración Central y Descentralizada del Estado (1963, 1964 y 1965), personal de Lanasur (1964 y 1965, marchas de los trabajadores rurales, azucareros (1962, 1964 y 1965).
La crisis económica golpea fuerte a los sectores populares y éstos responden a través de una serie de medidas de lucha que llevan al enfrentamiento con las políticas gubernamentales, optando el Poder Ejecutivo por implantar las Medidas Prontas de Seguridad (octubre de 1967).
A medida que la crisis se profundizaba, que se planteaban nuevas y más continuas situaciones coyunturales, retornan dentro de la CNT las discusiones las discusiones que derivaban de distintos enfoques de apreciación de la realidad del momento: enfoques vinculados tanto a las experiencias de los distintos gremios y sindicatos como a las apreciaciones que los dirigentes de las organizaciones sindicales tenían en función de sus diferentes visiones políticas. Es así que en torno a esta problemática sobre la situación política, la metodología a seguir para mejor enfrentar las medidas gubernamentales contra los intereses de los trabajadores y de los sectores populares.
Las tácticas mejores para la acumulación estratégica de fuerzas en el plano sindical, llevan a la constitución de agrupamientos sindicales que enfrentan a una conducción mayoritaria de la CNT con la denominada “tendencia”.
Fuente: Instituto Cuesta Duarte, PIT-CNT
lunes, 4 de octubre de 2010
PARO GENERAL 7 OCTUBRE 2010 - Mensaje PIT-CNT
Queda convocado EL PARO GENERAL DE 24 hs. para el día 7 de octubre de 2010 según lo resuelto en la MRNA en el día de ayer 28 de setiembre de 2010.
Señora Vecina, Señor Vecino...
Almaceneros, baristas y comerciantes del Barrio.
Buen día, somos trabajadores de diferentes sindicatos de nuestro PIT-CNT. Estamos movilizados por las legítimas reivindicaciones inmediatas de los trabajadores pero a su vez, nos movilizamos por el futuro del Uruguay, a través de un programa de desarrollo productivo e industrial, avance en la justicia social y profundización democrática que beneficia a las inmensas mayorías nacionales.
Los grandes capitalistas y terratenientes, los dirigentes de los partidos tradicionales y los medios masivos de comunicación, entre otros, pretenden aislar a los trabajadores organizados haciendo que sectores de nuestro pueblo nos vean como los que ponemos el “palo en la rueda”. Nada más lejos de la realidad, el PIT-CNT ha sido y será un puntal en la profundización de los cambios hacia una sociedad justa y solidaria.
Nuestro país es un país rico, con importantes recursos naturales, con suelos de gran fertilidad, un subsuelo rico en minerales, importante riqueza pesquera; ubicado en un lugar estratégico de nuestra América latina y con un pueblo culto y laborioso -a pesar del retroceso económico social y cultural a que nos han sometido décadas de gobiernos neoliberales-.
Sin embargo a pesar de estas posibilidades aún no se han generado las condiciones para implementar el sueño Artiguista de la "pública felicidad". Esto es así porque una minoría privilegiada (desde la traición al jefe de los orientales) se han encargado desde el poder, de mantener intactas las relaciones sociales de producción que nos condenan a la dependencia.
Por eso los problemas de nuestro pueblo oriental derivan del carácter de la estructura económica del país basada en una especialización productiva que en las diversas fases del desarrollo capitalista mundial, se ha especializado en intercambiar nuestros productos intensos en recursos naturales (carne, cuero, lana, trigo, soja, arroz, pulpa de celulosa, etc.) por bienes altamente industrializados. Se trata del fenómeno de la dependencia.
Consideramos que si bien es cierto que desde el 2005 se han producido cambios positivos en varios aspectos de la vida del país, para resolver los problemas del pueblo, se necesita un Estado que actúe como locomotora del desarrollo integral de la nación. Por esta razón estamos movilizados por un programa de cambios profundos en toda la estructura económica, política e ideológica de la nación. A favor de la inmensa mayoría del pueblo oriental. Los trabajadores y sus familias, las amas de casa, los desocupados, los niños y los jóvenes (para que puedan quedarse en nuestra patria), los trabajadores del ayer (jubilados y pensionistas) los pequeños y medianos comerciantes, pequeños y medianos productores agropecuarios e industriales cuyos intereses coinciden con el desarrollo nacional. En fin un programa a favor de las grandes mayorías nacionales. “No tenemos otros enemigos que los que se oponen a la pública felicidad” José Gervasio Artigas.
Nuestro programa:
A) El desarrollo productivo e industrial de la nación.
Plan agropecuario nacional, Frigorífico Nacional, flota pesquera del Estado, estrategia energética con soberanía y desarrollo industrial, Desarrollo de la industria de la construcción naval: Plan maestro vinculado al montaje industrial, Desarrollo de la industria automotriz: Transformación de la Minería, Fabricación Nacional de insumos para la estrategia energética. Políticas de desarrollo para el sector textil-vestimenta aprobación de la ley de la vestimenta. Plan Nacional de Capacitación de la mano de obra.
Estas propuestas generan un cambio en la magnitud y la calidad del valor agregado y la riqueza nacional aumentándola significativamente y elevando el nivel tecnológico de la producción nacional y las exportaciones, así como abaratando el consumo de alimentos para la población. Están en línea con el conjunto de las propuestas emanadas del Congreso del Pueblo que suponen la elevación del papel del Estado en la economía. Implican un cambio estructural y generan decenas de miles de puestos de trabajo de calidad, estables con trabajadores bien remunerados y altamente profesionalizados. La apertura de este camino apunta a mejorar la redistribución de la riqueza y a proteger al pueblo uruguayo de las consecuencias de la cada vez mayor crisis internacional del sistema capitalista.
B) Plan Nacional de Viviendas que permita a través de diferentes políticas y modalidades que van desde los fondos de garantías y subsidios al alquiler hasta una enérgica política de construcción de viviendas y planeamiento urbano, resolver todo el déficit habitacional de la nación.
C) Soluciones en la negociación colectiva de trabajadores públicos y privados. Consejos de salarios para la justa distribución de la riqueza (mejorar todos los sistemas de categorías, capacitación, avances en materia de seguridad industrial y salud laboral, reducción de la jornada laboral sin reducción del salario, Aumentos de salarios, etc.). Aumento sustancial y en el corto plazo del Salario Mínimos Nacional, así como de las Jubilaciones y Pensiones.
Aumentar la capacidad de compra del trabajador y del jubilado fortalece al consumo interno, que tiene directa repercusión en miles de comercios e industrias que viven de él, y permiten no depender exclusivamente del mercado exterior.
D) Más y mejor Sistema Nacional Integrado de Salud. Que garantice la cobertura de salud de todo el pueblo, abaratando sustancialmente los costos de tiques y órdenes, y haciendo funcionar los mecanismos de control social sobre las mutualistas y demás prestadores privados de salud.
E) Presupuesto quinquenal para el desarrollo integral de la nación. Que incorpore los recursos para poner en marcha o profundizar las iniciativas señaladas y que incorpore lo necesario para asegurar recursos para salud, vivienda y educación y los niveles de ingreso dignos de los trabajadores del Estado.
En el presente, iniciados algunos Consejos de Salario se verifica una dura actitud de las patronales que se niegan a la redistribución de la riqueza generada y una pasividad preocupante del Poder Ejecutivo que pretende hacer equilibrio entre trabajadores y patrones.
Presentado el Presupuesto por el PE al Parlamento observamos que desregulariza las relaciones laborales de los funcionarios públicos sin haber cumplido el proceso de negociación que la ley exije, no incorpora ningún artículo que apunte a la construcción de país productivo con justicia social y presenta un proyecto de recursos para educación totalmente insuficientes que no garantizan la continuidad del mejoramiento del sistema educativo público.
Como se desprende de este material, la clase obrera y los trabajadores en general se movilizan por sus legítimas reivindicaciones (somos los trabajadores los que creamos toda la riqueza) y por un programa de cambios a favor de la inmensa mayoría de los uruguayos y de la nación como tal. Estaremos movilizados por esta perspectiva en la gran acción nacional del 6 y 7 de octubre. Pero además seguiremos movilizados durante todo el año.
Somos los más interesados en mantener y profundizar un proceso de cambios que será con los trabajadores o no podrá ser.
Señor vecino y vecina…
comerciante, industrial,
ama de casa, jubilado…
niños y jóvenes…
estudiantes
en fin a todos y todas!
¡ Apoye la justa lucha de los trabajadores de la clase obrera organizada !
Señora Vecina, Señor Vecino...
Almaceneros, baristas y comerciantes del Barrio.
Buen día, somos trabajadores de diferentes sindicatos de nuestro PIT-CNT. Estamos movilizados por las legítimas reivindicaciones inmediatas de los trabajadores pero a su vez, nos movilizamos por el futuro del Uruguay, a través de un programa de desarrollo productivo e industrial, avance en la justicia social y profundización democrática que beneficia a las inmensas mayorías nacionales.
Los grandes capitalistas y terratenientes, los dirigentes de los partidos tradicionales y los medios masivos de comunicación, entre otros, pretenden aislar a los trabajadores organizados haciendo que sectores de nuestro pueblo nos vean como los que ponemos el “palo en la rueda”. Nada más lejos de la realidad, el PIT-CNT ha sido y será un puntal en la profundización de los cambios hacia una sociedad justa y solidaria.
Nuestro país es un país rico, con importantes recursos naturales, con suelos de gran fertilidad, un subsuelo rico en minerales, importante riqueza pesquera; ubicado en un lugar estratégico de nuestra América latina y con un pueblo culto y laborioso -a pesar del retroceso económico social y cultural a que nos han sometido décadas de gobiernos neoliberales-.
Sin embargo a pesar de estas posibilidades aún no se han generado las condiciones para implementar el sueño Artiguista de la "pública felicidad". Esto es así porque una minoría privilegiada (desde la traición al jefe de los orientales) se han encargado desde el poder, de mantener intactas las relaciones sociales de producción que nos condenan a la dependencia.
Por eso los problemas de nuestro pueblo oriental derivan del carácter de la estructura económica del país basada en una especialización productiva que en las diversas fases del desarrollo capitalista mundial, se ha especializado en intercambiar nuestros productos intensos en recursos naturales (carne, cuero, lana, trigo, soja, arroz, pulpa de celulosa, etc.) por bienes altamente industrializados. Se trata del fenómeno de la dependencia.
Consideramos que si bien es cierto que desde el 2005 se han producido cambios positivos en varios aspectos de la vida del país, para resolver los problemas del pueblo, se necesita un Estado que actúe como locomotora del desarrollo integral de la nación. Por esta razón estamos movilizados por un programa de cambios profundos en toda la estructura económica, política e ideológica de la nación. A favor de la inmensa mayoría del pueblo oriental. Los trabajadores y sus familias, las amas de casa, los desocupados, los niños y los jóvenes (para que puedan quedarse en nuestra patria), los trabajadores del ayer (jubilados y pensionistas) los pequeños y medianos comerciantes, pequeños y medianos productores agropecuarios e industriales cuyos intereses coinciden con el desarrollo nacional. En fin un programa a favor de las grandes mayorías nacionales. “No tenemos otros enemigos que los que se oponen a la pública felicidad” José Gervasio Artigas.
Nuestro programa:
A) El desarrollo productivo e industrial de la nación.
Plan agropecuario nacional, Frigorífico Nacional, flota pesquera del Estado, estrategia energética con soberanía y desarrollo industrial, Desarrollo de la industria de la construcción naval: Plan maestro vinculado al montaje industrial, Desarrollo de la industria automotriz: Transformación de la Minería, Fabricación Nacional de insumos para la estrategia energética. Políticas de desarrollo para el sector textil-vestimenta aprobación de la ley de la vestimenta. Plan Nacional de Capacitación de la mano de obra.
Estas propuestas generan un cambio en la magnitud y la calidad del valor agregado y la riqueza nacional aumentándola significativamente y elevando el nivel tecnológico de la producción nacional y las exportaciones, así como abaratando el consumo de alimentos para la población. Están en línea con el conjunto de las propuestas emanadas del Congreso del Pueblo que suponen la elevación del papel del Estado en la economía. Implican un cambio estructural y generan decenas de miles de puestos de trabajo de calidad, estables con trabajadores bien remunerados y altamente profesionalizados. La apertura de este camino apunta a mejorar la redistribución de la riqueza y a proteger al pueblo uruguayo de las consecuencias de la cada vez mayor crisis internacional del sistema capitalista.
B) Plan Nacional de Viviendas que permita a través de diferentes políticas y modalidades que van desde los fondos de garantías y subsidios al alquiler hasta una enérgica política de construcción de viviendas y planeamiento urbano, resolver todo el déficit habitacional de la nación.
C) Soluciones en la negociación colectiva de trabajadores públicos y privados. Consejos de salarios para la justa distribución de la riqueza (mejorar todos los sistemas de categorías, capacitación, avances en materia de seguridad industrial y salud laboral, reducción de la jornada laboral sin reducción del salario, Aumentos de salarios, etc.). Aumento sustancial y en el corto plazo del Salario Mínimos Nacional, así como de las Jubilaciones y Pensiones.
Aumentar la capacidad de compra del trabajador y del jubilado fortalece al consumo interno, que tiene directa repercusión en miles de comercios e industrias que viven de él, y permiten no depender exclusivamente del mercado exterior.
D) Más y mejor Sistema Nacional Integrado de Salud. Que garantice la cobertura de salud de todo el pueblo, abaratando sustancialmente los costos de tiques y órdenes, y haciendo funcionar los mecanismos de control social sobre las mutualistas y demás prestadores privados de salud.
E) Presupuesto quinquenal para el desarrollo integral de la nación. Que incorpore los recursos para poner en marcha o profundizar las iniciativas señaladas y que incorpore lo necesario para asegurar recursos para salud, vivienda y educación y los niveles de ingreso dignos de los trabajadores del Estado.
En el presente, iniciados algunos Consejos de Salario se verifica una dura actitud de las patronales que se niegan a la redistribución de la riqueza generada y una pasividad preocupante del Poder Ejecutivo que pretende hacer equilibrio entre trabajadores y patrones.
Presentado el Presupuesto por el PE al Parlamento observamos que desregulariza las relaciones laborales de los funcionarios públicos sin haber cumplido el proceso de negociación que la ley exije, no incorpora ningún artículo que apunte a la construcción de país productivo con justicia social y presenta un proyecto de recursos para educación totalmente insuficientes que no garantizan la continuidad del mejoramiento del sistema educativo público.
Como se desprende de este material, la clase obrera y los trabajadores en general se movilizan por sus legítimas reivindicaciones (somos los trabajadores los que creamos toda la riqueza) y por un programa de cambios a favor de la inmensa mayoría de los uruguayos y de la nación como tal. Estaremos movilizados por esta perspectiva en la gran acción nacional del 6 y 7 de octubre. Pero además seguiremos movilizados durante todo el año.
Somos los más interesados en mantener y profundizar un proceso de cambios que será con los trabajadores o no podrá ser.
Señor vecino y vecina…
comerciante, industrial,
ama de casa, jubilado…
niños y jóvenes…
estudiantes
en fin a todos y todas!
¡ Apoye la justa lucha de los trabajadores de la clase obrera organizada !
lunes, 20 de septiembre de 2010
Compañeros,
Hoy tenemos planteado un serio problema con la empresa donde se ven involucrados tres de nuestros compañeros. La situación no está fácil y requiere de todos, el máximo esfuerzo y dedicación para lograr sacarlo adelante y sin mayores consecuencias para nuestra base; esto es, que los compañeros sigan trabajando y no queden marcados por la empresa. Por esto es que les pido que redoblemos esfuerzos para participar en las asambleas pero no como un mero espectador de la función, sino para participar y decir lo que pensamos, tanto para apoyar como para discrepar con los otros compañeros. Es en estas instancias donde se ve la unidad del grupo y donde sacamos las ideas más claras y no duden que es la única forma.
Tenemos que ir con las ideas bien claras, y para esto tenemos que confiar en la palabra de nuestros compañeros; se debe de ser responsable que lo que decimos es solo la verdad porque sino no somos buenos compañeros, sino oportunistas aprovechándonos de los demás y eso no lo podemos permitir. Acá hay mucho en juego, no solo la conclusión del tema sino la situación que queda la base y la credibilidad que hemos tenido al momento y no debemos perder.
Compañeros, dejemos de lado rencores viejos por cosas que ya pasaron y que fueron superadas, y si algún tema todavía queda en el tintero, hablémoslo en las asambleas que es el ámbito resolutivo y no en los pasillos de la empresa. Ahi solo deben circular los rumores de ellos y las falsas conclusiones que sabemos que sacan, pero no les demos pie para esto, seamos más inteligentes o más vivos. Esto que esta pasando nos deja claro que el "estar en el mismo barco" no tiene cabida cuando la silla de ellos está en juego; ahí no somos compañeros sino los responsables de las cagadas.
Creamos de nuevo en el grupo, que a pesar de las diferencias que es normal que tengamos, ha sacado adelante situaciones difíciles pero siempre como un grupo unido. O nos olvidamos cuando muchos estábamos con la idea de irnos porque no se nos daba lo que habían prometido, y la fuimos a pelear todos? No nos fue bien?
Han pasado por la empresa sin pena ni gloria, una cantidad de gente que fueron despedidos y ya nadie recuerda (supervisores, gerentes, contadores) lo que nos tiene que hacer pensar que esto paso porque no había gente atrás preocupada por la situación de ellos, sino en la suya en particular.
Nosotros vamos por el camino de la unidad y defender al compañero (con nuestros errores, si por supuesto) pero siempre apostando a no volverlos a cometer.
Por eso compañeros, como dijo el viejo Artigas "nada podemos esperar sino es de nosotros mismos"
Salud compañeros
Hoy tenemos planteado un serio problema con la empresa donde se ven involucrados tres de nuestros compañeros. La situación no está fácil y requiere de todos, el máximo esfuerzo y dedicación para lograr sacarlo adelante y sin mayores consecuencias para nuestra base; esto es, que los compañeros sigan trabajando y no queden marcados por la empresa. Por esto es que les pido que redoblemos esfuerzos para participar en las asambleas pero no como un mero espectador de la función, sino para participar y decir lo que pensamos, tanto para apoyar como para discrepar con los otros compañeros. Es en estas instancias donde se ve la unidad del grupo y donde sacamos las ideas más claras y no duden que es la única forma.
Tenemos que ir con las ideas bien claras, y para esto tenemos que confiar en la palabra de nuestros compañeros; se debe de ser responsable que lo que decimos es solo la verdad porque sino no somos buenos compañeros, sino oportunistas aprovechándonos de los demás y eso no lo podemos permitir. Acá hay mucho en juego, no solo la conclusión del tema sino la situación que queda la base y la credibilidad que hemos tenido al momento y no debemos perder.
Compañeros, dejemos de lado rencores viejos por cosas que ya pasaron y que fueron superadas, y si algún tema todavía queda en el tintero, hablémoslo en las asambleas que es el ámbito resolutivo y no en los pasillos de la empresa. Ahi solo deben circular los rumores de ellos y las falsas conclusiones que sabemos que sacan, pero no les demos pie para esto, seamos más inteligentes o más vivos. Esto que esta pasando nos deja claro que el "estar en el mismo barco" no tiene cabida cuando la silla de ellos está en juego; ahí no somos compañeros sino los responsables de las cagadas.
Creamos de nuevo en el grupo, que a pesar de las diferencias que es normal que tengamos, ha sacado adelante situaciones difíciles pero siempre como un grupo unido. O nos olvidamos cuando muchos estábamos con la idea de irnos porque no se nos daba lo que habían prometido, y la fuimos a pelear todos? No nos fue bien?
Han pasado por la empresa sin pena ni gloria, una cantidad de gente que fueron despedidos y ya nadie recuerda (supervisores, gerentes, contadores) lo que nos tiene que hacer pensar que esto paso porque no había gente atrás preocupada por la situación de ellos, sino en la suya en particular.
Nosotros vamos por el camino de la unidad y defender al compañero (con nuestros errores, si por supuesto) pero siempre apostando a no volverlos a cometer.
Por eso compañeros, como dijo el viejo Artigas "nada podemos esperar sino es de nosotros mismos"
Salud compañeros
jueves, 27 de mayo de 2010
jueves, 20 de mayo de 2010
domingo, 18 de abril de 2010
GUIA PARA LA AFILIACION, FUNCIONAMIENTO Y DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD Y LUCHA SINDICAL
Esta guía pretende ser una herramienta de referencia para las bases de nuestro gremio, tanto a la hora de planificar nuestras reivindicaciones, como a la hora de organizarnos para cumplir con los requisitos de participación, acatar medidas resueltas por nuestro gremio ó nuestra central el PIT-CNT.
También pretende servir para que los compañeros que deseen formar parte de nuestro sindicato, conozcan nuestra estructura de funcionamiento, así como los derechos y las obligaciones adquiridos una vez afiliados a nuestro sindicato.
Introducción
El STIQ es un sindicato único, esto significa que si bien los comités de base tienen cierta autonomía para desarrollar sus reivindicaciones y medidas gremiales, las mismas tienen sus límites y necesariamente deben ser informadas y discutidas previamente en los ámbitos de dirección y resolución del STIQ.
Estos ámbitos son:
• Secretariado Ejecutivo
• Dirección Nacional de Delegados
• Asamblea General
ORGANIZARSE, PARTICIPAR, COMPROMETERSE, DISCUTIR, APORTAR IDEAS, PRESERVAR LA UNIDAD Y PROMOVER LA SOLIDARIDAD SON TODAS FORMAS DE LUCHAR
Los comités de base deben asumir e impulsar los criterios arriba subrayados en cada fábrica, ya que de esa forma se establece la base y el propio gremio.
Entendemos por comité de base, al grupo de “delegados de base” quienes son designados por los compañeros organizados de cada fábrica y elegidos en una “asamblea de base”.
Para poder formar un comité de base en una fábrica, se necesita un mínimo de 5 compañeros organizados en la misma.
En cada comité se deben designar:
• Un delegado titular y un suplente para concurrir a la Dirección Nacional de Delegados (Plenario de Delegados).
• Un delegado de Finanzas (tesorero)
• Un delegado de la Comisión de Seguridad y Salubridad de nuestro sindicato.
Esta es la forma básica de organización a la hora de afiliación, pero el no tener la posibilidad de contar con un mínimo de compañeros para conformar el comité de base, no significa que los compañeros no puedan estar representados por nuestro gremio. En estos casos, las afiliaciones a nuestro sindicato serán de forma individual. Esta, si bien es una forma de relacionarse con la organización sindical no es la mejor, dado que marca una clara debilidad.
El tener un solo compañero o muy poco afiliados en una fábrica, no permite funcionar adecuadamente en la orgánica interna del gremio; tampoco logramos una representatividad mínima en la fábrica, ni logramos la fuerza interna necesaria para poder llevar adelante nuestras reivindicaciones. Es por eso que debemos esforzarnos permanentemente en lograr sumar compañeros para formar o ampliar la base.
Esta falta de representatividad, limita la participación de las afiliaciones individuales en los ámbitos de decisión de nuestro gremio, como por ejemplo contar con voz pero no con voto, en los Plenarios de Delegados.
Es responsabilidad de cada compañero afiliado, en la tarea de lograr sumar compañeros organizados en cada una de nuestras fábricas.
Debemos tener claro que una vez que exista un comité de base organizado en una fábrica y afiliado al STIQ, no pueden existir afiliaciones al sindicato sin pertenecer a la base de su fábrica.
Cuando nos afiliamos a nuestro sindicato, automáticamente adquirimos ciertos derechos, pero también obligaciones. Entre las obligaciones que adquirimos están las financieras.
Al día de hoy y resuelto por Asamblea General, la cotización mensual consta de 1 hora de trabajo por compañero. Esta hora de cotización debe ser la que realmente se gana (no hora laudo) y nominal (o sea sin descuentos).
No debemos olvidar tampoco el criterio definido y ratificado en distintas Asambleas Generales para con el FOSS (Fondo Social Solidario del STIQ):
“UN AFILIADO AL STIQ, UN AFILIADO AL FOSS”
Es responsabilidad de cada base el mantener al día las cotizaciones y/o responsabilidades económicas asumidas. El no cumplimiento de las mismas, expone a los compañeros a eventuales sanciones, como la suspensión parcial o total de los derechos.
Al igual que con las obligaciones financieras, el no cumplimiento de los requisitos mínimos de participación en la orgánica del gremio, el no acatamiento de medidas y lineamientos resueltos por el sindicato o el PIT-CNT, pueden ser sancionados. Estas sanciones serán resueltas por el Plenario de Delegados, según el caso.
Llevar adelante las medidas impulsadas por el STIQ y el PIT-CNT es un parte clave para el éxito de la lucha por nuestras reivindicaciones. Es fundamental que cuando se resuelve un paro los compañeros lo lleven adelante y se logre participar de las movilizaciones con el mayor número de compañeros posible.
Es imprescindible que los delegados impulsen las determinaciones tomadas en los distintos ámbitos de resolución de nuestro sindicato, ya que este es uno de los pilares que da fuerza al sindicato, fuerza de la cual depende en gran medida, el éxito que puedan lograr nuestro delegados en las negociaciones con las patronales.
Volviendo al funcionamiento de los comités de base, podemos establecer entonces un esquema básico de organización, funcionamiento y pasos a seguir (incluidas todas la medidas gremiales) a saber.
Comité de Base:
• Responsabilidad de organizar la base, de informar y resolver asegurando la más amplia participación y discusión.
• Responsabilidad de participación en las actividades del gremio.
• Responsabilidad de impulsar y asegurar el cumplimiento de las decisiones del sindicato.
Comité de Base y Asamblea de Base:
• Analizan y elaboran sus plataformas internas
• Informan su situación a la interna del STIQ
• En conjunto se evalúa y resuelven los pasos a seguir.
La autonomía de los comités de base debe ser manejada con criterios generales del gremio, teniendo presente que cuando en una fábrica los compañeros llevan adelante diferentes acciones gremiales, lo hacen como integrantes del STIQ, por lo que inmediatamente queda involucrado todo el sindicato, con las consecuencias que ello conlleva.
Estos son algunos criterios que nos parece importante llevar adelante:
Participación y Compromiso – Estas dos cuestiones son a la vez un derecho y una obligación para los comités de base, pues sin ello, toda nuestra actividad se vuelve más difícil, más dividida, más dispersa y pasible de cometer errores y magnificar diferencias.
Los delegados deben participar activamente en las comisiones y fundamentalmente en las reuniones de la Dirección Nacional de Delegados, ya que este es el máximo órgano de información, análisis y resolución del gremio, previo a la Asamblea General.
Es en este ámbito, donde los delegados de fábrica informan de sus problemas, de sus reivindicaciones, de sus necesidades, es el lugar donde todos podemos conocer la realidad de cada comité de base y por lo tanto, de todo el gremio. Es allí que entre todos resolvemos los mejores pasos a dar frente a cualquier situación particular como general.
Por lo tanto compañeros, no deberían existir excusas para no presencia de los delegados, y mucho más cuando los compañeros están pensando en tomar medidas en reclamo de sus reivindicaciones.
Diálogo y Negociación – Utilizar la vía del diálogo y la negociación no es símbolo de debilidad ni de renuncia a la toma de medidas. Muy por el contrario, cuando más conflictiva es la situación, es cuando por algún lado y lugar debemos mantener la discusión, ya que el desgaste siempre juega en contra nuestra y a favor de las patronales.
Debemos tener claro que el diálogo y la negociación son parte del sistema y sociedad en que vivimos, aún en la confrontación más dura.
Saber utilizar esta vía a favor de nuestra lucha es un elemento clave para el logro de nuestros objetivos y para no hacernos pedazos en las primeras de cambio.
Reclamos, denuncias y discusión – Analizar y argumentar bien nuestros reclamos es fundamental a la hora de la denuncia y la discusión, ya que las razones y la seriedad de los mismos, nos pondrán en una posición más fuerte y favorable a la hora de la negociación, e incluso llegado el caso de la declaración de un conflicto.
Saber aprovechar todos los ámbitos para presentar nuestros reclamos y hacer las denuncias correspondientes, nos ayuda a amplificar nuestra lucha y a ganar respaldo para la misma, además de comprometer de hecho a dichos ámbitos como lo son, las empresas, las cámaras patronales, el MTSS y todos los organismos del estado que consideremos necesario.
A raíz de las diferentes situaciones conflictivas y a la luz de la experiencia, es necesario unificar criterios de acción para todos los comités de base, que nos permitan actuar con seriedad como sindicato único y para potenciar las posibilidades de éxito.
No creemos que haya recetas hechas en la lucha sindical, pues la realidad es cambiante permanentemente, no siempre la correlación de fuerzas nos es favorable, no siempre la organización, la conciencia y el estado de ánimo de los trabajadores son los mejores para desarrollar la lucha.
No debemos descartar ninguna medida de lucha, pero es fundamental analizar bien cuales son las mejores a aplicar según el momento y la situación concreta, pues no siempre la misma medida es aplicable a todas las situaciones.
Saber combinar el diálogo, la negociación, la denuncia, la propaganda, las medidas más moderadas hasta las más extremas, son cuestiones que debemos aprender entre todos, generando previo a cualquier conflicto la más amplia información, análisis y discusión con todos los compañeros y organismos de nuestro sindicato, que nos permitan revolver en conjunto lo que consideremos más apropiado para el momento.
SIN BIEN EL DIALOGO Y LA NEGOCIACION POR SI SOLOS NO RESUELVEN NUESTROS RECLAMOS, TAMPOCO ES SEGURO QUE LAS MEDIDAS POR SI SOLAS LOS RESUELVAN, AUN SIENDO ESTAS LAS MAS RADICALES, Y ES COMUN QUE MUCHAS VECES SE NOS VUELVAN EN CONTRA.
Por eso es que creemos importante seguir determinados pasos que nos permitan abrir la cancha, ser más cabezas pensando, más compañeros aportando ideas, evaluando la situación, las posibilidades y luego, resolviendo un accionar único.
Aún así, corremos riesgos pues no estamos vacunados contra los errores y derrotas.
MEDIDAS GREMIALES, PRE-CONFLICTOS, CONFLICTOS, HUELGAS, OCUPACIONES Y OTRAS FORMAS DE LUCHA
Anteriormente decíamos que los trabajadores organizados no descartamos ninguna medida de lucha, pero hacíamos hincapié en la necesidad de saber evaluar bien la situación, la correlación de fuerzas y las posibilidades de alcanzar nuestros objetivos.
Muchas veces tendemos a creer que solo con el hecho de tomas y radicalizar las medidas gremiales, vamos a cambiar posiciones patronales. La realidad y experiencia nos indica que no siempre es así.
Por otro lado, debemos tener claro que no es bueno apurarse, siempre tenemos tiempo de ir resolviendo paso a paso las mejores medidas.
NO GASTAR DE UNA SOLA VEZ TODAS LAS ARMAS QUE TENEMOS PARA LA LUCHA ES FUNDAMENTAL PARA QUE EL DESGASTE LO SUFRA LA PATRONAL Y NO NOSOTROS
También muchas veces creemos que la decisión de tomar medidas nos hace más fuertes y luchadores. Es no es necesariamente así, pues también la experiencia indica que la pelea más difícil es el antes y el después de un conflicto. En ambas situaciones debemos dar una batalla permanente por fortalecer y preservar la organización sindical de los trabajadores.
Existe una lucha silenciosa, humilde y diaria que es la de organizar a los compañeros, la de lograr que los trabajadores desarrollen su conciencia de clase, la de comprometerlos a participar y jugarse por sus derechos, la de lograr que se sientan responsables a la hora de opinar, pero también a la hora de hacer.
TODOS LOS PASOS PARA LA LUCHA POR NUESTRAS REIVINDICACIONES:
1. Elaboración de petitorio o plataforma reivindicativa bien fundamentada.
2. Discusión y aprobación de la misma dentro del comité de base.
3. Discusión y aprobación de la asamblea de base.
4. Información y valoración a la interna del gremio (Directiva y Plenario).
5. Presentación del petitorio a la empresa.
6. Generación del diálogo y negociación.
7. Citación al MTSS si fuera necesario, estableciéndose así otro ámbito de discusión y negociación.
8. Evaluación conjunta con el STIQ y la asamblea de base de la marcha de la negociación.
9. Según la valoración y conclusiones que se hagan, resolución de medidas a tomar.
Las medidas abarcan muchas posibilidades:
o Denuncia, difusión y propaganda: Esto es elaboración de documentos de denuncia, elaboración de volantes y carteles, comunicados de prensa, propaganda rodante, movilizaciones con concentración en diferentes lugares.
o Medidas de paro: Asambleas con paro, paros con movilización, paros parciales (escalonados y sorpresivos), paros totales, huelgas con y sin ocupación.
o Otras medidas: Trabajo a desgano, trabajo a reglamento, asamblea permanente.
Trabajo a desgano: Esta medida supone bajar nuestro rendimiento por estar desconformes y no motivados por el trabajo. Es una medida efectiva pero compleja para llevar a la práctica.
Trabajo a reglamento: Esta medida supone la no realización de horas extras y la realización estricta de la tarea que corresponde a la categoría de cada trabajador.
Asamblea permanente: La declaración de la asamblea permanente no se debe confundir con el paro total, y si lo hacemos, estamos usando esta medida de forma equivocada y por lo tanto pierde seriedad y efectividad. La declaración de asamblea permanente significa que en cualquier momento de la jornada laboral se detienen las tareas para reunirse en asamblea.
Huelga sin ocupación: La huelga es un derecho constitucional; declararse en huelga significa detener totalmente las actividades laborales por tiempo indeterminado. La misma se puede realizar fuera de los lugares de trabajo.
Huelga con ocupación: Es la detención total de las actividades pero dentro del lugar de trabajo, asumiendo el control y la responsabilidad de todo lo que acontezca dentro del mismo.
La huelga con ocupación supone tomar una serie importante de medidas para llevarla adelante con seriedad y responsabilidad, ya que de hecho supone el apropiarse por un tiempo indeterminado de la propiedad del patrón para evitar que la fábrica funcione.
Cuando resolvemos ocupar enfrentamos el derecho a la propiedad privada y a la libertad del trabajo, por lo cual esta medida más que ninguna se transforma en un clara lucha legal y política.
La ocupación debe necesariamente contar con el respaldo mayoritario de los trabajadores involucrados y de todo el gremio, debe contar con un grado de organización superior que involucra medidas de participación, de presencia de compañeros, medidas de difusión y propaganda permanente, medidas de finanzas y autoabastecimiento para la olla y todos los gastos que se originan.
Se deben desarrollar importantes actividades de solidaridad y respaldo.
Se deben formar diferentes comisiones involucrando a todos los trabajadores en las tareas para mantener la ocupación.
También se deben tomar serias medidas de seguridad definiendo claramente cuales son los criterios de las mismas.
Resumiendo, una ocupación necesita:
o Una comisión de difusión y propaganda
o Una comisión de organización y movilización
o Una comisión de finanzas
o Una comisión de cocina
o Una comisión de relaciones públicas
o Una comisión de seguridad
o Una comisión de negociación
Se deben organizar turnos, horarios y actividades que todos deben cumplir.
La ocupación de una fábrica no es un juego, ni se realiza para pasar los días dentro de una planta tomando mate, escuchando música y jugando a las cartas, es una medida extrema y por lo tanto supone extremar nuestra conciencia, compromiso y responsabilidad.
Tomar la ocupación de una fábrica con liviandad y abuso es desgastar y desacreditar una de las medidas más importantes que tienen ya no solo los trabajadores para sus reivindicaciones, sino hasta los pueblos para otras etapas de la lucha popular.
NO DEBEMOS OLVIDAR LOS QUINCE DIAS DE HUELGA CON OCUPACION QUE LLEVO ADELANTE NUESTRO MOVIMIENTO SINDICAL CONTRA EL GOLPE DE ESTADO CIVICO-MILITAR
También pretende servir para que los compañeros que deseen formar parte de nuestro sindicato, conozcan nuestra estructura de funcionamiento, así como los derechos y las obligaciones adquiridos una vez afiliados a nuestro sindicato.
Introducción
El STIQ es un sindicato único, esto significa que si bien los comités de base tienen cierta autonomía para desarrollar sus reivindicaciones y medidas gremiales, las mismas tienen sus límites y necesariamente deben ser informadas y discutidas previamente en los ámbitos de dirección y resolución del STIQ.
Estos ámbitos son:
• Secretariado Ejecutivo
• Dirección Nacional de Delegados
• Asamblea General
ORGANIZARSE, PARTICIPAR, COMPROMETERSE, DISCUTIR, APORTAR IDEAS, PRESERVAR LA UNIDAD Y PROMOVER LA SOLIDARIDAD SON TODAS FORMAS DE LUCHAR
Los comités de base deben asumir e impulsar los criterios arriba subrayados en cada fábrica, ya que de esa forma se establece la base y el propio gremio.
Entendemos por comité de base, al grupo de “delegados de base” quienes son designados por los compañeros organizados de cada fábrica y elegidos en una “asamblea de base”.
Para poder formar un comité de base en una fábrica, se necesita un mínimo de 5 compañeros organizados en la misma.
En cada comité se deben designar:
• Un delegado titular y un suplente para concurrir a la Dirección Nacional de Delegados (Plenario de Delegados).
• Un delegado de Finanzas (tesorero)
• Un delegado de la Comisión de Seguridad y Salubridad de nuestro sindicato.
Esta es la forma básica de organización a la hora de afiliación, pero el no tener la posibilidad de contar con un mínimo de compañeros para conformar el comité de base, no significa que los compañeros no puedan estar representados por nuestro gremio. En estos casos, las afiliaciones a nuestro sindicato serán de forma individual. Esta, si bien es una forma de relacionarse con la organización sindical no es la mejor, dado que marca una clara debilidad.
El tener un solo compañero o muy poco afiliados en una fábrica, no permite funcionar adecuadamente en la orgánica interna del gremio; tampoco logramos una representatividad mínima en la fábrica, ni logramos la fuerza interna necesaria para poder llevar adelante nuestras reivindicaciones. Es por eso que debemos esforzarnos permanentemente en lograr sumar compañeros para formar o ampliar la base.
Esta falta de representatividad, limita la participación de las afiliaciones individuales en los ámbitos de decisión de nuestro gremio, como por ejemplo contar con voz pero no con voto, en los Plenarios de Delegados.
Es responsabilidad de cada compañero afiliado, en la tarea de lograr sumar compañeros organizados en cada una de nuestras fábricas.
Debemos tener claro que una vez que exista un comité de base organizado en una fábrica y afiliado al STIQ, no pueden existir afiliaciones al sindicato sin pertenecer a la base de su fábrica.
Cuando nos afiliamos a nuestro sindicato, automáticamente adquirimos ciertos derechos, pero también obligaciones. Entre las obligaciones que adquirimos están las financieras.
Al día de hoy y resuelto por Asamblea General, la cotización mensual consta de 1 hora de trabajo por compañero. Esta hora de cotización debe ser la que realmente se gana (no hora laudo) y nominal (o sea sin descuentos).
No debemos olvidar tampoco el criterio definido y ratificado en distintas Asambleas Generales para con el FOSS (Fondo Social Solidario del STIQ):
“UN AFILIADO AL STIQ, UN AFILIADO AL FOSS”
Es responsabilidad de cada base el mantener al día las cotizaciones y/o responsabilidades económicas asumidas. El no cumplimiento de las mismas, expone a los compañeros a eventuales sanciones, como la suspensión parcial o total de los derechos.
Al igual que con las obligaciones financieras, el no cumplimiento de los requisitos mínimos de participación en la orgánica del gremio, el no acatamiento de medidas y lineamientos resueltos por el sindicato o el PIT-CNT, pueden ser sancionados. Estas sanciones serán resueltas por el Plenario de Delegados, según el caso.
Llevar adelante las medidas impulsadas por el STIQ y el PIT-CNT es un parte clave para el éxito de la lucha por nuestras reivindicaciones. Es fundamental que cuando se resuelve un paro los compañeros lo lleven adelante y se logre participar de las movilizaciones con el mayor número de compañeros posible.
Es imprescindible que los delegados impulsen las determinaciones tomadas en los distintos ámbitos de resolución de nuestro sindicato, ya que este es uno de los pilares que da fuerza al sindicato, fuerza de la cual depende en gran medida, el éxito que puedan lograr nuestro delegados en las negociaciones con las patronales.
Volviendo al funcionamiento de los comités de base, podemos establecer entonces un esquema básico de organización, funcionamiento y pasos a seguir (incluidas todas la medidas gremiales) a saber.
Comité de Base:
• Responsabilidad de organizar la base, de informar y resolver asegurando la más amplia participación y discusión.
• Responsabilidad de participación en las actividades del gremio.
• Responsabilidad de impulsar y asegurar el cumplimiento de las decisiones del sindicato.
Comité de Base y Asamblea de Base:
• Analizan y elaboran sus plataformas internas
• Informan su situación a la interna del STIQ
• En conjunto se evalúa y resuelven los pasos a seguir.
La autonomía de los comités de base debe ser manejada con criterios generales del gremio, teniendo presente que cuando en una fábrica los compañeros llevan adelante diferentes acciones gremiales, lo hacen como integrantes del STIQ, por lo que inmediatamente queda involucrado todo el sindicato, con las consecuencias que ello conlleva.
Estos son algunos criterios que nos parece importante llevar adelante:
Participación y Compromiso – Estas dos cuestiones son a la vez un derecho y una obligación para los comités de base, pues sin ello, toda nuestra actividad se vuelve más difícil, más dividida, más dispersa y pasible de cometer errores y magnificar diferencias.
Los delegados deben participar activamente en las comisiones y fundamentalmente en las reuniones de la Dirección Nacional de Delegados, ya que este es el máximo órgano de información, análisis y resolución del gremio, previo a la Asamblea General.
Es en este ámbito, donde los delegados de fábrica informan de sus problemas, de sus reivindicaciones, de sus necesidades, es el lugar donde todos podemos conocer la realidad de cada comité de base y por lo tanto, de todo el gremio. Es allí que entre todos resolvemos los mejores pasos a dar frente a cualquier situación particular como general.
Por lo tanto compañeros, no deberían existir excusas para no presencia de los delegados, y mucho más cuando los compañeros están pensando en tomar medidas en reclamo de sus reivindicaciones.
Diálogo y Negociación – Utilizar la vía del diálogo y la negociación no es símbolo de debilidad ni de renuncia a la toma de medidas. Muy por el contrario, cuando más conflictiva es la situación, es cuando por algún lado y lugar debemos mantener la discusión, ya que el desgaste siempre juega en contra nuestra y a favor de las patronales.
Debemos tener claro que el diálogo y la negociación son parte del sistema y sociedad en que vivimos, aún en la confrontación más dura.
Saber utilizar esta vía a favor de nuestra lucha es un elemento clave para el logro de nuestros objetivos y para no hacernos pedazos en las primeras de cambio.
Reclamos, denuncias y discusión – Analizar y argumentar bien nuestros reclamos es fundamental a la hora de la denuncia y la discusión, ya que las razones y la seriedad de los mismos, nos pondrán en una posición más fuerte y favorable a la hora de la negociación, e incluso llegado el caso de la declaración de un conflicto.
Saber aprovechar todos los ámbitos para presentar nuestros reclamos y hacer las denuncias correspondientes, nos ayuda a amplificar nuestra lucha y a ganar respaldo para la misma, además de comprometer de hecho a dichos ámbitos como lo son, las empresas, las cámaras patronales, el MTSS y todos los organismos del estado que consideremos necesario.
A raíz de las diferentes situaciones conflictivas y a la luz de la experiencia, es necesario unificar criterios de acción para todos los comités de base, que nos permitan actuar con seriedad como sindicato único y para potenciar las posibilidades de éxito.
No creemos que haya recetas hechas en la lucha sindical, pues la realidad es cambiante permanentemente, no siempre la correlación de fuerzas nos es favorable, no siempre la organización, la conciencia y el estado de ánimo de los trabajadores son los mejores para desarrollar la lucha.
No debemos descartar ninguna medida de lucha, pero es fundamental analizar bien cuales son las mejores a aplicar según el momento y la situación concreta, pues no siempre la misma medida es aplicable a todas las situaciones.
Saber combinar el diálogo, la negociación, la denuncia, la propaganda, las medidas más moderadas hasta las más extremas, son cuestiones que debemos aprender entre todos, generando previo a cualquier conflicto la más amplia información, análisis y discusión con todos los compañeros y organismos de nuestro sindicato, que nos permitan revolver en conjunto lo que consideremos más apropiado para el momento.
SIN BIEN EL DIALOGO Y LA NEGOCIACION POR SI SOLOS NO RESUELVEN NUESTROS RECLAMOS, TAMPOCO ES SEGURO QUE LAS MEDIDAS POR SI SOLAS LOS RESUELVAN, AUN SIENDO ESTAS LAS MAS RADICALES, Y ES COMUN QUE MUCHAS VECES SE NOS VUELVAN EN CONTRA.
Por eso es que creemos importante seguir determinados pasos que nos permitan abrir la cancha, ser más cabezas pensando, más compañeros aportando ideas, evaluando la situación, las posibilidades y luego, resolviendo un accionar único.
Aún así, corremos riesgos pues no estamos vacunados contra los errores y derrotas.
MEDIDAS GREMIALES, PRE-CONFLICTOS, CONFLICTOS, HUELGAS, OCUPACIONES Y OTRAS FORMAS DE LUCHA
Anteriormente decíamos que los trabajadores organizados no descartamos ninguna medida de lucha, pero hacíamos hincapié en la necesidad de saber evaluar bien la situación, la correlación de fuerzas y las posibilidades de alcanzar nuestros objetivos.
Muchas veces tendemos a creer que solo con el hecho de tomas y radicalizar las medidas gremiales, vamos a cambiar posiciones patronales. La realidad y experiencia nos indica que no siempre es así.
Por otro lado, debemos tener claro que no es bueno apurarse, siempre tenemos tiempo de ir resolviendo paso a paso las mejores medidas.
NO GASTAR DE UNA SOLA VEZ TODAS LAS ARMAS QUE TENEMOS PARA LA LUCHA ES FUNDAMENTAL PARA QUE EL DESGASTE LO SUFRA LA PATRONAL Y NO NOSOTROS
También muchas veces creemos que la decisión de tomar medidas nos hace más fuertes y luchadores. Es no es necesariamente así, pues también la experiencia indica que la pelea más difícil es el antes y el después de un conflicto. En ambas situaciones debemos dar una batalla permanente por fortalecer y preservar la organización sindical de los trabajadores.
Existe una lucha silenciosa, humilde y diaria que es la de organizar a los compañeros, la de lograr que los trabajadores desarrollen su conciencia de clase, la de comprometerlos a participar y jugarse por sus derechos, la de lograr que se sientan responsables a la hora de opinar, pero también a la hora de hacer.
TODOS LOS PASOS PARA LA LUCHA POR NUESTRAS REIVINDICACIONES:
1. Elaboración de petitorio o plataforma reivindicativa bien fundamentada.
2. Discusión y aprobación de la misma dentro del comité de base.
3. Discusión y aprobación de la asamblea de base.
4. Información y valoración a la interna del gremio (Directiva y Plenario).
5. Presentación del petitorio a la empresa.
6. Generación del diálogo y negociación.
7. Citación al MTSS si fuera necesario, estableciéndose así otro ámbito de discusión y negociación.
8. Evaluación conjunta con el STIQ y la asamblea de base de la marcha de la negociación.
9. Según la valoración y conclusiones que se hagan, resolución de medidas a tomar.
Las medidas abarcan muchas posibilidades:
o Denuncia, difusión y propaganda: Esto es elaboración de documentos de denuncia, elaboración de volantes y carteles, comunicados de prensa, propaganda rodante, movilizaciones con concentración en diferentes lugares.
o Medidas de paro: Asambleas con paro, paros con movilización, paros parciales (escalonados y sorpresivos), paros totales, huelgas con y sin ocupación.
o Otras medidas: Trabajo a desgano, trabajo a reglamento, asamblea permanente.
Trabajo a desgano: Esta medida supone bajar nuestro rendimiento por estar desconformes y no motivados por el trabajo. Es una medida efectiva pero compleja para llevar a la práctica.
Trabajo a reglamento: Esta medida supone la no realización de horas extras y la realización estricta de la tarea que corresponde a la categoría de cada trabajador.
Asamblea permanente: La declaración de la asamblea permanente no se debe confundir con el paro total, y si lo hacemos, estamos usando esta medida de forma equivocada y por lo tanto pierde seriedad y efectividad. La declaración de asamblea permanente significa que en cualquier momento de la jornada laboral se detienen las tareas para reunirse en asamblea.
Huelga sin ocupación: La huelga es un derecho constitucional; declararse en huelga significa detener totalmente las actividades laborales por tiempo indeterminado. La misma se puede realizar fuera de los lugares de trabajo.
Huelga con ocupación: Es la detención total de las actividades pero dentro del lugar de trabajo, asumiendo el control y la responsabilidad de todo lo que acontezca dentro del mismo.
La huelga con ocupación supone tomar una serie importante de medidas para llevarla adelante con seriedad y responsabilidad, ya que de hecho supone el apropiarse por un tiempo indeterminado de la propiedad del patrón para evitar que la fábrica funcione.
Cuando resolvemos ocupar enfrentamos el derecho a la propiedad privada y a la libertad del trabajo, por lo cual esta medida más que ninguna se transforma en un clara lucha legal y política.
La ocupación debe necesariamente contar con el respaldo mayoritario de los trabajadores involucrados y de todo el gremio, debe contar con un grado de organización superior que involucra medidas de participación, de presencia de compañeros, medidas de difusión y propaganda permanente, medidas de finanzas y autoabastecimiento para la olla y todos los gastos que se originan.
Se deben desarrollar importantes actividades de solidaridad y respaldo.
Se deben formar diferentes comisiones involucrando a todos los trabajadores en las tareas para mantener la ocupación.
También se deben tomar serias medidas de seguridad definiendo claramente cuales son los criterios de las mismas.
Resumiendo, una ocupación necesita:
o Una comisión de difusión y propaganda
o Una comisión de organización y movilización
o Una comisión de finanzas
o Una comisión de cocina
o Una comisión de relaciones públicas
o Una comisión de seguridad
o Una comisión de negociación
Se deben organizar turnos, horarios y actividades que todos deben cumplir.
La ocupación de una fábrica no es un juego, ni se realiza para pasar los días dentro de una planta tomando mate, escuchando música y jugando a las cartas, es una medida extrema y por lo tanto supone extremar nuestra conciencia, compromiso y responsabilidad.
Tomar la ocupación de una fábrica con liviandad y abuso es desgastar y desacreditar una de las medidas más importantes que tienen ya no solo los trabajadores para sus reivindicaciones, sino hasta los pueblos para otras etapas de la lucha popular.
NO DEBEMOS OLVIDAR LOS QUINCE DIAS DE HUELGA CON OCUPACION QUE LLEVO ADELANTE NUESTRO MOVIMIENTO SINDICAL CONTRA EL GOLPE DE ESTADO CIVICO-MILITAR
sábado, 30 de enero de 2010
Compañeros,
Como todos sabrán, el convenio firmado en agosto/2008 con la empresa se denuncio el año pasado para mejorarlo, por lo que se deberá renegociar un nuevo convenio. Para esto se armo un borrador con las ideas surgidas a la fecha y las que pudieran aparecer, y que en los primeros meses de este año nos pudieramos juntar a discutir la plataforma que finalmente se presente en la mesa de negociación. Sabemos que en estos meses se hace difícil poner la cabeza en estos temas ya que la mayoría está pensando en los días de licencia, pero si no terminamos en febrero de armarlo, no podremos sentarnos a negociar. También esta el tema de definir los delegados, ya que hasta el momento hay solo uno confirmado de los tres elegidos; todos estos temas se tratan solo en las asambleas.
Les pido a todos los que crean en el grupo y en que la única forma de lograr mejoras duraderas para todos es pelearla todos juntos, que concurran a las asambleas. Que vayan a conciencia y pensando no en si mismos sino en lo mejor para todos. Si nos solidarizamos y pensamos que esto funciona entre todos, podremos como en el 2008 lograr muchas cosas, para los que estamos y los que vendrán.
Como todos sabrán, el convenio firmado en agosto/2008 con la empresa se denuncio el año pasado para mejorarlo, por lo que se deberá renegociar un nuevo convenio. Para esto se armo un borrador con las ideas surgidas a la fecha y las que pudieran aparecer, y que en los primeros meses de este año nos pudieramos juntar a discutir la plataforma que finalmente se presente en la mesa de negociación. Sabemos que en estos meses se hace difícil poner la cabeza en estos temas ya que la mayoría está pensando en los días de licencia, pero si no terminamos en febrero de armarlo, no podremos sentarnos a negociar. También esta el tema de definir los delegados, ya que hasta el momento hay solo uno confirmado de los tres elegidos; todos estos temas se tratan solo en las asambleas.
Les pido a todos los que crean en el grupo y en que la única forma de lograr mejoras duraderas para todos es pelearla todos juntos, que concurran a las asambleas. Que vayan a conciencia y pensando no en si mismos sino en lo mejor para todos. Si nos solidarizamos y pensamos que esto funciona entre todos, podremos como en el 2008 lograr muchas cosas, para los que estamos y los que vendrán.
lunes, 18 de enero de 2010
REVOLUCIONES BURGUESAS
LA BURGUESÍA Y SU LUCHA POR LA CONQUISTA DE DERECHOS POLÍTICOS
Después de la Revolución Industrial, que comenzó en Inglaterra a mediados del siglo XVIII, poco a poco la industria se convirtió en la actividad económica más importante no sólo en la sociedad inglesa, sino también en otras regiones de Europa. Este proceso fue la primera fase de la industrialización en el continente europeo, y se extendió hasta aproximadamente 1840, cuando se produjo la primera crisis del capitalismo.
LA ORGANIZACIÓN DE LA ECONOMÍA
Las características de la actividad industrial durante esta primera fase fueron las siguientes.
• La mayoría de las fábricas estaban dedicadas a la industria textil. Las máquinas de vapor casi no se empleaban en otras ramas de la industria. Por esto, durante la primera fase de la Revolución Industrial, los viejos sistemas de producción como el trabajo a domicilio o la actividad artesanal independiente, convivieron con las fábricas.
• Las diferentes regiones del planeta se fueron especializando en una actividad económica determinada, y se estableció una división internacional del trabajo. En el siglo XIX, algunas regiones —América del Sur, América Central, Asia y África— se especializaron como productoras de materias primas; y otras —Inglaterra y Francia— se especializaron como productoras de manufacturas.
• El desarrollo industrial europeo fue desigual: no se produjo en todos los países al mismo tiempo.
La industrialización comenzó en Inglaterra en la segunda mitad del siglo XVIII y continuó en Francia durante las primeras décadas del siglo XIX. La industrialización Alemana fue más tardía, ocurrió recién a mediados del siglo XIX. Italia tuvo que esperar hasta los primeros años del siglo XX y solo se industrializó el norte. Otros países como España tuvieron escaso desarrollo industrial.
LA ORGANIZACIÓN DE LA SOCIEDAD
La sociedad europea —especialmente la inglesa— también cambió notablemente como consecuencia de la Revolución Industrial.
• La población urbana superó en número a los campesinos. Sin embargo, los trabajadores rurales continuaron siendo mayoría en las regiones donde no hubo industrialización.
• La situación de la aristocracia rural también cambió: en la sociedad de esta época los hombres más ricos ya no eran sólo los grandes terratenientes, sino también los burgueses que se dedicaban a la actividad industrial. Por esto, en Inglaterra, los propietarios rurales invirtieron su capital cada vez con mayor frecuencia en la actividad comercial e industrial.
• La burguesía industrial concentró el poder económico y durante esta fase se fue consolidando como clase social. Este proceso fue más rápido sobre todo en Inglaterra, mientras que el desarrollo de la burguesía industrial fue más lento en los otros países europeos.
• El número de obreros creció al mismo tiempo que se expandió la industrialización. En comparación con la población total, su número era todavía pequeño, excepto en Inglaterra. Sin embargo, su importancia social y política fue cada vez mayor.
LA PRIMERA CRISIS DEL CAPITALISMO
Entre 1830 y 1840, la primera fase de la industrialización, basada en la actividad textil, llegó a sus límites porque se habían producido más artículos textiles que los que los mercados podían comprar.
Esta primera crisis de la economía capitalista se reflejó en una fuerte caída del crecimiento económico: como disminuyeron los beneficios que la burguesía industrial obtenía de la actividad textil, cerraron fábricas y se despidió a muchos obreros. Al mismo tiempo, en el campo se perdieron cuantiosas cosechas y los precios de los alimentos aumentaron. Los más perjudicados por las consecuencias de esta crisis fueron los obreros, ya que sus salarios disminuyeron y muchos de ellos quedaron sin empleo. El descontento de los más pobres se extendió por toda Europa y originó movimientos de protesta y rebeliones.
LA RESTAURACIÓN DEL ABSOLUTISMO
A partir de 1814, después de la derrota de Napoleón, en Europa se restablecieron las monarquías absolutas y el clero y la nobleza recuperaron algunos de sus privilegios. Para asegurar su retomo al poder, las monarquías más importantes de Europa se reunieron en el Congreso de Vierta. Allí establecieron el Tratado de la Santa Alianza con el objetivo de restaurar el antiguo orden absolutista. Pero la burguesía no aceptó perder las ventajas de los principios de libertad y de igualdad que habían surgido con la Revolución Francesa y que las campañas de Napoleón habían difundido por el continente.
LA REACCIÓN DE LA BURGUESÍA LIBERAL
Durante las primeras décadas del siglo XIX, la mayor parte de la burguesía fue liberal. Estaba unida en su oposición al absolutismo y en la defensa de las libertades civiles y políticas de los individuos. En el plano político, una de las ideas más importantes del liberalismo de la primera mitad del siglo XIX fue considerar necesario el establecimiento, en cada país, de una Constitución: un conjunto de leyes fundamentales que obligaban por igual a gobernantes y a gobernados, que protegían los derechos naturales de los individuos y limitaban el poder del rey. Y éste fue el principal objetivo de los movimientos revolucionarios que encabezó la burguesía en diferentes países europeos entre 1820 y 1848.
En 1830, burgueses, estudiantes, guardias nacionales y obreros tomaron la ciudad de Paris al grito de "Libertad, Libertad,...". La burguesía luchaba por el establecimiento de una Constitución que garantizaran las libertades de expresión, de asociación, de reunión, separaran los poderes de gobierno, para evitar la posibilidad de una tiranía, y el derecho al voto para aquellas personas que cumplieran ciertos requisitos.
LA BURGUESÍA FRENTE A LA POBREZA
En el plano económico, algunos principios del liberalismo también resultaron útiles para los intereses de la burguesía. El desarrollo de la industrialización planteé la necesidad de explicar y justificar la creciente miseria en la que vivían los trabajadores y el resto de los habitantes de las ciudades.
La teoría que proporcionó argumentos a la burguesía fue el liberalismo económico. Dos pensadores ingleses, Adam Smith y Thomas R. Malthus, sentaron sus bases. Tanto Smith como Malthus sostuvieron que los gobiernos no debían intervenir en la economía ni en los problemas sociales que originaba la actividad económica. De acuerdo con estos principios, los Estados europeos del siglo XIX se limitaron a garantizar el orden público en el interior de sus fronteras. En la sociedad de la época, la riqueza era considerada una virtud individual; y se justificó la existencia de la pobreza, que comenzó a verse como una consecuencia del vicio y del pecado.
Sin embargo, en los años que transcurrieron hasta 1848, los trabajadores fueron aliados de la burguesía en la lucha contra el absolutismo restaurado. Los obreros se sumaron a las luchas de los burgueses que reclamaban la plena vigencia de los principios del liberalismo. Por otra parte, un sector de la burguesía liberal alentaba la alianza porque creía que el capitalismo generaba un progreso que iba a mejorar las condiciones de vida de todos los integrantes de la sociedad. Por eso, llevó adelante acciones políticas radicales con el fin de destruir los obstáculos que se oponían al desarrollo del capitalismo.
Los movimientos revolucionarios de 1820. En España, Portugal y el Reino de las Dos Sícilias, los revolucionarios lograron la sanción de Constituciones liberales. Pero la intervención militar de Austria y Francia en ayuda de los monarcas absolutos afectados —de acuerdo con lo establecido en el Tratado de la Santa Alianza—, derrotó estas experiencias revolucionarias. Las luchas por el establecimiento de los principios liberales tuvo características especiales en Grecia. A partir de 1821 comenzó la guerra de liberación griega del imperio turco-otomano, en la que fue decisiva la intervención de las fuerzas de la Santa Alianza. Gran Bretaña, Francia y Rusia vencieron a los turcos, declararon la soberanía nacional de Grecia y, luego de derrotar al movimiento liberal griego, favorecieron el establecimiento de una monarquía absoluta. Como consecuencia de las diferencias entre Rusia y Austria sobre esta “cuestión de oriente “, la Santa Alianza se disolvió.
El objetivo político de los revolucionarios de 1820 fue lograr el establecimiento de monarquías constitucionales —como la inglesa—. También se propusieron asegurar el funcionamiento de los parlamentos, ya que, frente al absolutismo monárquico, el parlamento era la institución que permitía la participación de los burgueses en el gobierno, que cada vez tenían mayor poder económico.
Los movimientos revolucionarios de 1830. Las revoluciones de 1830, dividieron Europa en dos regiones. Al oeste del río Rhin, los liberales moderados derrotaron a la alianza de los absolutismos. Al este del Rhin, en cambio, todas las revoluciones fueron reprimidas y la situación se mantuvo como antes de 1830. En estos países, la mayor parte de la población estaba compuesta por campesinos que todavía vivían sometidos a una organización económica de tipo feudal.
En Europa occidental, las revoluciones de 1830 significaron la derrota definitiva del absolutismo. Desde entonces, en los distintos países, el gobierno estuvo a cargo de representantes de la alta burguesía de industriales y banqueros, que desplazaron a los miembros de la aristocracia terrateniente.
El régimen de gobierno que se consolidó en Inglaterra, Francia y Bélgica fue una monarquía constitucional que garantizaba la vigencia de las libertades individuales económicas y políticas. La participación política se abría exclusivamente a una parte de la población mediante el sufragio restringido. Sólo aquellos ciudadanos que eran propietarios, tenían determinado nivel de ingresos o determinado grado de instrucción escolar, tuvieron derecho al voto y a ser elegidos representantes parlamentarios.
La revolución que estalló en Francia en julio de 1830 contra el absolutismo del rey Borbón Carlos X, inició la oleada revolucionaria que se extendió por toda Europa. En París, burgueses estudiantes, obreros asaltaron armerías, armaron barricadas y pidieron por la abdicación del rey. El ejèrcito se negó a reprimir a los revolucionarios y el rey abandonó el país. Se le entregó la corona a Luis Felipe de Orleans que adhería a los principios liberales.
LAS REVOLUCIONES DE 1848
Desde 1830, Francia era gobernada por la alta burguesía (industriales y banqueros). Sus políticas habían producido un gran descontento entre los obreros urbanos, sobre todo los de París, y también en la pequeña y mediana burguesía (comerciantes, artesanos, profesionales). Esta situación se agravó con la crisis económica de 1846-1847, producida por malas cosechas y por una inestable situación social y política que afectaba a los sectores populares.
En febrero de 1848, los obreros parisinos junto con la burguesía liberal que quería ampliar los derechos políticos, ocuparon las calles, reclamando el fin de la Monarquía y el establecimiento de la República. Si bien esto se logró, pronto se manifestaron las diferencias entre los revolucionarios, representadas por dos banderas: la tricolor de los burgueses liberales y la roja de los obreros oprimidos por las pésimas condiciones de trabajo. El triunfo de la primera y la represión de junio contra el proletariado determinaron la victoria de las propuestas políticas liberales y la postergación de la revolución social. Éste fue el inicio de la consolidación del sistema capitalista en Francia.
La revolución de 1848 se expandió muy rápidamente (en menos de un mes) a buena parte de Europa (Alemania, Prusia, Austria, Italia, Hungría) e incluso a América (Brasil, Colombia). Pero con la misma rapidez fracasaron esos intentos de mejorar las condiciones sociales de las clases trabajadoras.
Si bien los cambios no fueron los esperados por los grupos más revolucionarios, se instalé definitivamente un nuevo sistema político, en el que, para conservar “el orden social” establecido, debieron ampliarse los derechos políticos y responder a los reclamos de todos los sectores sociales, aunque no fueran significativos.
Entre las interpretaciones posteriores a estos sucesos revolucionarios se encuentra aquella que sostiene que con tal de no perder todo, la burguesía prefirió ceder algo.
1848: Hacia la Democracia Liberal
El movimiento revolucionario de 1848 fue el que mas se extendió por Europa, pero el de menos éxito: con la única excepción de Francia, en el resto de los países los antiguos gobiernos recuperaron el poder en muy poco tiempo, y los revolucionarios fueron encarcelados o exiliados. En Francia se proclamó la republica, que duró algo más de 2 años. El único cambio irreversible fue la abolición de la servidumbre en el Imperio de los Hasburgos.
Las fuerzas sociales y políticas en 1848
La oleada revolucionaria de 1848 también comenzó en Francia y el nuevo estallido estuvo relacionado con los resultados de la revolución de 1830. El régimen de gobierno establecido desde entonces favorecía a la alta burguesía; pero negaba el sufragio universal a la baja burguesía y a los intelectuales, y los trabajadores no habían obtenido ningún beneficio de él. La situación se agravó cuando, a partir de 1845, se acentuó la crisis económica. Una serie de malas cosechas provocó un fuerte aumento en los precios de los alimentos básicos de los trabajadores: los cereales y las papas. El cierre de fábricas por causa de la crisis de la industria textil había aumentado el desempleo, y el hambre se generalizó. En toda Europa, casi simultáneamente, miembros de la baja burguesía y estudiantes se unieron a las protestas de los obreros. En Francia, el ejército y la policía se negaron a reprimir a los aliados revolucionarios: el rey abdicó y se proclamó la República.
La experiencia de la Segunda República Francesa
Lo que diferenció a la revolución que se desarrollé en París en febrero de 1848 fue que, por primera vez, tos trabajadores tuvieron demandas específicas diferentes de las de los burgueses. La baja burguesía pedía una reforma del sistema electoral y parlamentario para lograr un mayor grado de participación en el gobierno. En cambio, los obreros pedían soluciones al problema de la desocupación y del hambre: entre 1846 y 1848, el cierre de los talleres de ferrocarriles había dejado sin empleo, en París, a 500.000 obreros.
El gobierno provisional que se organizó luego de proclamada la República, conté con la participación de un obrero y de un representante de los intereses de los obreros como ministro de trabajo, el socialista Louis Blanc. Entre febrero y mayo de 1848, este gobierno provisional —con el apoyo de los pobres de las ciudades y de burgueses republicanos moderados— realizó las siguientes acciones: establecimiento del sufragio universal; abolición de la esclavitud colonial; abolición de la pena de muerte por delitos políticos; creación de los Talleres Nacionales para solucionar el problema del desempleo en la ciudad de París.
La derrota de los trabajadores
La primera elección que se realizó en Francia con la vigencia del sufragio universal dio por resultado una Asamblea constituyente integrada en su mayoría por partidarios de la monarquía y de reformas moderadas. La mayor parte de la población, que era todavía rural, no había tomado contacto con las nuevas ideas que impulsaban los burgueses radicales y republicanos, ni con las ideas socialistas que defendían los intereses de los obreros. Por esto, en las ciudades del interior de Francia la población masculina votó por aquellos miembros de la sociedad que conocía: los médicos, los abogados, e incluso los nobles que ocupaban un lugar destacado en su ciudad.
Esta Asamblea se enfrentó con el gobierno provisional y, reafirmando los principios del liberalismo económico, decidió el cierre de los Talleres Nacionales.
El balance de 1848: la burguesía conservadora
Cuando la burguesía tomó conciencia de la enorme fuerza que tenía el conjunto de los trabajadores pobres, sintió sus intereses amenazados y, desde entonces, muchos liberales moderados se fueron convirtiendo en conservadores. A medida que los burgueses moderados se retiraron de la alianza, los trabajadores y los burgueses radicales quedaron solos frente a la unión de las antiguas fuerzas aristocráticas y la burguesía conservadora. Las revoluciones de 1848 fueron derrotadas porque los partidos del orden se impusieron sobre la revolución social.
Los trabajadores habían luchado no sólo por el derecho al voto para todos los ciudadanos, sino también por reformas en la organización de la economía y la sociedad que mejoraran sus condiciones de vida. Ante las demandas de los obreros, la baja burguesía liberal y moderada consideró que la propiedad privada estaba en peligro y se alió nuevamente con la alta burguesía.
Luego de la experiencia vivida, los gobiernos conservadores que retomaron el poder se propusieron poner en práctica muchos de los principios del liberalismo económico, jurídico y cultural.
Entre 1848 y 1849, los conservadores habían comprendido que la revolución era peligrosa y que las demandas más importantes de los radicales y obreros —especialmente las económicas— podían satisfacerse a través de reformas. Las reformas económicas reemplazaron a la revolución y la burguesía dejó de ser una fuerza revolucionaria.
A pesar de que en 1848, en Francia, la revolución había terminado con la derrota de los obreros, la gran movilización de trabajadores, entre otras razones, impidió la limitación del sufragio. También en noviembre de 1848, la elección del nuevo presidente de la República Francesa se hizo por sufragio universal. Los franceses no eligieron a un moderado, pero tampoco a un radical. El ganador fue Luis Napoleón Bonaparte. Para los gobiernos europeos, la elección de Luis Napoleón hizo evidente que la democracia de sufragio universal —la institución que se identificaba con la revolución— era compatible con el mantenimiento del orden social.
La democracia liberal
Durante la primera mitad del siglo XIX, muchos pensadores y gobernantes de Europa occidental estaban convencidos de que, en las sociedades de su época, el desarrollo del capitalismo y el establecimiento de la democracia de sufragio universal eran objetivos incompatibles. Y en esta afirmación coincidían, por ejemplo, pensadores liberales que representaban el punto de vista de los burgueses —como el francés Alexis de Tocqueville y el inglés John Stuart Mill— y un pensador socialista que representaba el punto de vista de los trabajadores, el alemán Karl Marx.
El desarrollo del capitalismo había generado una multitud de trabajadores pobres que, paulatinamente, se iban transformando en la mayoría de las poblaciones de las sociedades europeas. Sobre la base de diferentes argumentos, tanto para Stuart Mill y para Tocqueville como para Marx, el mayor número de los trabajadores pobres era la razón que hacía incompatibles el capitalismo y la democracia. Para los liberales, la extensión del sufragio universal, al establecer un voto por persona, iba a dar lugar al gobierno de los trabajadores pobres, que no tenían ninguna educación.
Desde su punto de vista, al carecer de la preparación necesaria para ejercer el gobierno, gobernarían exclusivamente en función de sus intereses, y la democracia dejaría de estar vigente. Para los socialistas, en cambio, el gobierno de los trabajadores terminaría destruyendo al capitalismo.
Sin embargo, el desarrollo del capitalismo continúa hasta nuestros días aunque desde la segunda mitad del siglo XIX, progresivamente, cada vez fueron más los individuos reconocidos como ciudadanos con derecho a voto. En la actualidad, en casi todas las sociedades capitalistas son ciudadanos todos los adultos, cualquiera que sea su nivel de riqueza y de instrucción, su ocupación, su raza y su religión.
La democracia liberal es el sistema político que hace posible —simultáneamente— la vigencia del sufragio universal, el mantenimiento del capitalismo como forma de organización de la economía y la legitimidad de los reclamos de la sociedad por el respeto por parte del Estado de los derechos sociales y humanos.
Después de la Revolución Industrial, que comenzó en Inglaterra a mediados del siglo XVIII, poco a poco la industria se convirtió en la actividad económica más importante no sólo en la sociedad inglesa, sino también en otras regiones de Europa. Este proceso fue la primera fase de la industrialización en el continente europeo, y se extendió hasta aproximadamente 1840, cuando se produjo la primera crisis del capitalismo.
LA ORGANIZACIÓN DE LA ECONOMÍA
Las características de la actividad industrial durante esta primera fase fueron las siguientes.
• La mayoría de las fábricas estaban dedicadas a la industria textil. Las máquinas de vapor casi no se empleaban en otras ramas de la industria. Por esto, durante la primera fase de la Revolución Industrial, los viejos sistemas de producción como el trabajo a domicilio o la actividad artesanal independiente, convivieron con las fábricas.
• Las diferentes regiones del planeta se fueron especializando en una actividad económica determinada, y se estableció una división internacional del trabajo. En el siglo XIX, algunas regiones —América del Sur, América Central, Asia y África— se especializaron como productoras de materias primas; y otras —Inglaterra y Francia— se especializaron como productoras de manufacturas.
• El desarrollo industrial europeo fue desigual: no se produjo en todos los países al mismo tiempo.
La industrialización comenzó en Inglaterra en la segunda mitad del siglo XVIII y continuó en Francia durante las primeras décadas del siglo XIX. La industrialización Alemana fue más tardía, ocurrió recién a mediados del siglo XIX. Italia tuvo que esperar hasta los primeros años del siglo XX y solo se industrializó el norte. Otros países como España tuvieron escaso desarrollo industrial.
LA ORGANIZACIÓN DE LA SOCIEDAD
La sociedad europea —especialmente la inglesa— también cambió notablemente como consecuencia de la Revolución Industrial.
• La población urbana superó en número a los campesinos. Sin embargo, los trabajadores rurales continuaron siendo mayoría en las regiones donde no hubo industrialización.
• La situación de la aristocracia rural también cambió: en la sociedad de esta época los hombres más ricos ya no eran sólo los grandes terratenientes, sino también los burgueses que se dedicaban a la actividad industrial. Por esto, en Inglaterra, los propietarios rurales invirtieron su capital cada vez con mayor frecuencia en la actividad comercial e industrial.
• La burguesía industrial concentró el poder económico y durante esta fase se fue consolidando como clase social. Este proceso fue más rápido sobre todo en Inglaterra, mientras que el desarrollo de la burguesía industrial fue más lento en los otros países europeos.
• El número de obreros creció al mismo tiempo que se expandió la industrialización. En comparación con la población total, su número era todavía pequeño, excepto en Inglaterra. Sin embargo, su importancia social y política fue cada vez mayor.
LA PRIMERA CRISIS DEL CAPITALISMO
Entre 1830 y 1840, la primera fase de la industrialización, basada en la actividad textil, llegó a sus límites porque se habían producido más artículos textiles que los que los mercados podían comprar.
Esta primera crisis de la economía capitalista se reflejó en una fuerte caída del crecimiento económico: como disminuyeron los beneficios que la burguesía industrial obtenía de la actividad textil, cerraron fábricas y se despidió a muchos obreros. Al mismo tiempo, en el campo se perdieron cuantiosas cosechas y los precios de los alimentos aumentaron. Los más perjudicados por las consecuencias de esta crisis fueron los obreros, ya que sus salarios disminuyeron y muchos de ellos quedaron sin empleo. El descontento de los más pobres se extendió por toda Europa y originó movimientos de protesta y rebeliones.
LA RESTAURACIÓN DEL ABSOLUTISMO
A partir de 1814, después de la derrota de Napoleón, en Europa se restablecieron las monarquías absolutas y el clero y la nobleza recuperaron algunos de sus privilegios. Para asegurar su retomo al poder, las monarquías más importantes de Europa se reunieron en el Congreso de Vierta. Allí establecieron el Tratado de la Santa Alianza con el objetivo de restaurar el antiguo orden absolutista. Pero la burguesía no aceptó perder las ventajas de los principios de libertad y de igualdad que habían surgido con la Revolución Francesa y que las campañas de Napoleón habían difundido por el continente.
LA REACCIÓN DE LA BURGUESÍA LIBERAL
Durante las primeras décadas del siglo XIX, la mayor parte de la burguesía fue liberal. Estaba unida en su oposición al absolutismo y en la defensa de las libertades civiles y políticas de los individuos. En el plano político, una de las ideas más importantes del liberalismo de la primera mitad del siglo XIX fue considerar necesario el establecimiento, en cada país, de una Constitución: un conjunto de leyes fundamentales que obligaban por igual a gobernantes y a gobernados, que protegían los derechos naturales de los individuos y limitaban el poder del rey. Y éste fue el principal objetivo de los movimientos revolucionarios que encabezó la burguesía en diferentes países europeos entre 1820 y 1848.
En 1830, burgueses, estudiantes, guardias nacionales y obreros tomaron la ciudad de Paris al grito de "Libertad, Libertad,...". La burguesía luchaba por el establecimiento de una Constitución que garantizaran las libertades de expresión, de asociación, de reunión, separaran los poderes de gobierno, para evitar la posibilidad de una tiranía, y el derecho al voto para aquellas personas que cumplieran ciertos requisitos.
LA BURGUESÍA FRENTE A LA POBREZA
En el plano económico, algunos principios del liberalismo también resultaron útiles para los intereses de la burguesía. El desarrollo de la industrialización planteé la necesidad de explicar y justificar la creciente miseria en la que vivían los trabajadores y el resto de los habitantes de las ciudades.
La teoría que proporcionó argumentos a la burguesía fue el liberalismo económico. Dos pensadores ingleses, Adam Smith y Thomas R. Malthus, sentaron sus bases. Tanto Smith como Malthus sostuvieron que los gobiernos no debían intervenir en la economía ni en los problemas sociales que originaba la actividad económica. De acuerdo con estos principios, los Estados europeos del siglo XIX se limitaron a garantizar el orden público en el interior de sus fronteras. En la sociedad de la época, la riqueza era considerada una virtud individual; y se justificó la existencia de la pobreza, que comenzó a verse como una consecuencia del vicio y del pecado.
Sin embargo, en los años que transcurrieron hasta 1848, los trabajadores fueron aliados de la burguesía en la lucha contra el absolutismo restaurado. Los obreros se sumaron a las luchas de los burgueses que reclamaban la plena vigencia de los principios del liberalismo. Por otra parte, un sector de la burguesía liberal alentaba la alianza porque creía que el capitalismo generaba un progreso que iba a mejorar las condiciones de vida de todos los integrantes de la sociedad. Por eso, llevó adelante acciones políticas radicales con el fin de destruir los obstáculos que se oponían al desarrollo del capitalismo.
Los movimientos revolucionarios de 1820. En España, Portugal y el Reino de las Dos Sícilias, los revolucionarios lograron la sanción de Constituciones liberales. Pero la intervención militar de Austria y Francia en ayuda de los monarcas absolutos afectados —de acuerdo con lo establecido en el Tratado de la Santa Alianza—, derrotó estas experiencias revolucionarias. Las luchas por el establecimiento de los principios liberales tuvo características especiales en Grecia. A partir de 1821 comenzó la guerra de liberación griega del imperio turco-otomano, en la que fue decisiva la intervención de las fuerzas de la Santa Alianza. Gran Bretaña, Francia y Rusia vencieron a los turcos, declararon la soberanía nacional de Grecia y, luego de derrotar al movimiento liberal griego, favorecieron el establecimiento de una monarquía absoluta. Como consecuencia de las diferencias entre Rusia y Austria sobre esta “cuestión de oriente “, la Santa Alianza se disolvió.
El objetivo político de los revolucionarios de 1820 fue lograr el establecimiento de monarquías constitucionales —como la inglesa—. También se propusieron asegurar el funcionamiento de los parlamentos, ya que, frente al absolutismo monárquico, el parlamento era la institución que permitía la participación de los burgueses en el gobierno, que cada vez tenían mayor poder económico.
Los movimientos revolucionarios de 1830. Las revoluciones de 1830, dividieron Europa en dos regiones. Al oeste del río Rhin, los liberales moderados derrotaron a la alianza de los absolutismos. Al este del Rhin, en cambio, todas las revoluciones fueron reprimidas y la situación se mantuvo como antes de 1830. En estos países, la mayor parte de la población estaba compuesta por campesinos que todavía vivían sometidos a una organización económica de tipo feudal.
En Europa occidental, las revoluciones de 1830 significaron la derrota definitiva del absolutismo. Desde entonces, en los distintos países, el gobierno estuvo a cargo de representantes de la alta burguesía de industriales y banqueros, que desplazaron a los miembros de la aristocracia terrateniente.
El régimen de gobierno que se consolidó en Inglaterra, Francia y Bélgica fue una monarquía constitucional que garantizaba la vigencia de las libertades individuales económicas y políticas. La participación política se abría exclusivamente a una parte de la población mediante el sufragio restringido. Sólo aquellos ciudadanos que eran propietarios, tenían determinado nivel de ingresos o determinado grado de instrucción escolar, tuvieron derecho al voto y a ser elegidos representantes parlamentarios.
La revolución que estalló en Francia en julio de 1830 contra el absolutismo del rey Borbón Carlos X, inició la oleada revolucionaria que se extendió por toda Europa. En París, burgueses estudiantes, obreros asaltaron armerías, armaron barricadas y pidieron por la abdicación del rey. El ejèrcito se negó a reprimir a los revolucionarios y el rey abandonó el país. Se le entregó la corona a Luis Felipe de Orleans que adhería a los principios liberales.
LAS REVOLUCIONES DE 1848
Desde 1830, Francia era gobernada por la alta burguesía (industriales y banqueros). Sus políticas habían producido un gran descontento entre los obreros urbanos, sobre todo los de París, y también en la pequeña y mediana burguesía (comerciantes, artesanos, profesionales). Esta situación se agravó con la crisis económica de 1846-1847, producida por malas cosechas y por una inestable situación social y política que afectaba a los sectores populares.
En febrero de 1848, los obreros parisinos junto con la burguesía liberal que quería ampliar los derechos políticos, ocuparon las calles, reclamando el fin de la Monarquía y el establecimiento de la República. Si bien esto se logró, pronto se manifestaron las diferencias entre los revolucionarios, representadas por dos banderas: la tricolor de los burgueses liberales y la roja de los obreros oprimidos por las pésimas condiciones de trabajo. El triunfo de la primera y la represión de junio contra el proletariado determinaron la victoria de las propuestas políticas liberales y la postergación de la revolución social. Éste fue el inicio de la consolidación del sistema capitalista en Francia.
La revolución de 1848 se expandió muy rápidamente (en menos de un mes) a buena parte de Europa (Alemania, Prusia, Austria, Italia, Hungría) e incluso a América (Brasil, Colombia). Pero con la misma rapidez fracasaron esos intentos de mejorar las condiciones sociales de las clases trabajadoras.
Si bien los cambios no fueron los esperados por los grupos más revolucionarios, se instalé definitivamente un nuevo sistema político, en el que, para conservar “el orden social” establecido, debieron ampliarse los derechos políticos y responder a los reclamos de todos los sectores sociales, aunque no fueran significativos.
Entre las interpretaciones posteriores a estos sucesos revolucionarios se encuentra aquella que sostiene que con tal de no perder todo, la burguesía prefirió ceder algo.
1848: Hacia la Democracia Liberal
El movimiento revolucionario de 1848 fue el que mas se extendió por Europa, pero el de menos éxito: con la única excepción de Francia, en el resto de los países los antiguos gobiernos recuperaron el poder en muy poco tiempo, y los revolucionarios fueron encarcelados o exiliados. En Francia se proclamó la republica, que duró algo más de 2 años. El único cambio irreversible fue la abolición de la servidumbre en el Imperio de los Hasburgos.
Las fuerzas sociales y políticas en 1848
La oleada revolucionaria de 1848 también comenzó en Francia y el nuevo estallido estuvo relacionado con los resultados de la revolución de 1830. El régimen de gobierno establecido desde entonces favorecía a la alta burguesía; pero negaba el sufragio universal a la baja burguesía y a los intelectuales, y los trabajadores no habían obtenido ningún beneficio de él. La situación se agravó cuando, a partir de 1845, se acentuó la crisis económica. Una serie de malas cosechas provocó un fuerte aumento en los precios de los alimentos básicos de los trabajadores: los cereales y las papas. El cierre de fábricas por causa de la crisis de la industria textil había aumentado el desempleo, y el hambre se generalizó. En toda Europa, casi simultáneamente, miembros de la baja burguesía y estudiantes se unieron a las protestas de los obreros. En Francia, el ejército y la policía se negaron a reprimir a los aliados revolucionarios: el rey abdicó y se proclamó la República.
La experiencia de la Segunda República Francesa
Lo que diferenció a la revolución que se desarrollé en París en febrero de 1848 fue que, por primera vez, tos trabajadores tuvieron demandas específicas diferentes de las de los burgueses. La baja burguesía pedía una reforma del sistema electoral y parlamentario para lograr un mayor grado de participación en el gobierno. En cambio, los obreros pedían soluciones al problema de la desocupación y del hambre: entre 1846 y 1848, el cierre de los talleres de ferrocarriles había dejado sin empleo, en París, a 500.000 obreros.
El gobierno provisional que se organizó luego de proclamada la República, conté con la participación de un obrero y de un representante de los intereses de los obreros como ministro de trabajo, el socialista Louis Blanc. Entre febrero y mayo de 1848, este gobierno provisional —con el apoyo de los pobres de las ciudades y de burgueses republicanos moderados— realizó las siguientes acciones: establecimiento del sufragio universal; abolición de la esclavitud colonial; abolición de la pena de muerte por delitos políticos; creación de los Talleres Nacionales para solucionar el problema del desempleo en la ciudad de París.
La derrota de los trabajadores
La primera elección que se realizó en Francia con la vigencia del sufragio universal dio por resultado una Asamblea constituyente integrada en su mayoría por partidarios de la monarquía y de reformas moderadas. La mayor parte de la población, que era todavía rural, no había tomado contacto con las nuevas ideas que impulsaban los burgueses radicales y republicanos, ni con las ideas socialistas que defendían los intereses de los obreros. Por esto, en las ciudades del interior de Francia la población masculina votó por aquellos miembros de la sociedad que conocía: los médicos, los abogados, e incluso los nobles que ocupaban un lugar destacado en su ciudad.
Esta Asamblea se enfrentó con el gobierno provisional y, reafirmando los principios del liberalismo económico, decidió el cierre de los Talleres Nacionales.
El balance de 1848: la burguesía conservadora
Cuando la burguesía tomó conciencia de la enorme fuerza que tenía el conjunto de los trabajadores pobres, sintió sus intereses amenazados y, desde entonces, muchos liberales moderados se fueron convirtiendo en conservadores. A medida que los burgueses moderados se retiraron de la alianza, los trabajadores y los burgueses radicales quedaron solos frente a la unión de las antiguas fuerzas aristocráticas y la burguesía conservadora. Las revoluciones de 1848 fueron derrotadas porque los partidos del orden se impusieron sobre la revolución social.
Los trabajadores habían luchado no sólo por el derecho al voto para todos los ciudadanos, sino también por reformas en la organización de la economía y la sociedad que mejoraran sus condiciones de vida. Ante las demandas de los obreros, la baja burguesía liberal y moderada consideró que la propiedad privada estaba en peligro y se alió nuevamente con la alta burguesía.
Luego de la experiencia vivida, los gobiernos conservadores que retomaron el poder se propusieron poner en práctica muchos de los principios del liberalismo económico, jurídico y cultural.
Entre 1848 y 1849, los conservadores habían comprendido que la revolución era peligrosa y que las demandas más importantes de los radicales y obreros —especialmente las económicas— podían satisfacerse a través de reformas. Las reformas económicas reemplazaron a la revolución y la burguesía dejó de ser una fuerza revolucionaria.
A pesar de que en 1848, en Francia, la revolución había terminado con la derrota de los obreros, la gran movilización de trabajadores, entre otras razones, impidió la limitación del sufragio. También en noviembre de 1848, la elección del nuevo presidente de la República Francesa se hizo por sufragio universal. Los franceses no eligieron a un moderado, pero tampoco a un radical. El ganador fue Luis Napoleón Bonaparte. Para los gobiernos europeos, la elección de Luis Napoleón hizo evidente que la democracia de sufragio universal —la institución que se identificaba con la revolución— era compatible con el mantenimiento del orden social.
La democracia liberal
Durante la primera mitad del siglo XIX, muchos pensadores y gobernantes de Europa occidental estaban convencidos de que, en las sociedades de su época, el desarrollo del capitalismo y el establecimiento de la democracia de sufragio universal eran objetivos incompatibles. Y en esta afirmación coincidían, por ejemplo, pensadores liberales que representaban el punto de vista de los burgueses —como el francés Alexis de Tocqueville y el inglés John Stuart Mill— y un pensador socialista que representaba el punto de vista de los trabajadores, el alemán Karl Marx.
El desarrollo del capitalismo había generado una multitud de trabajadores pobres que, paulatinamente, se iban transformando en la mayoría de las poblaciones de las sociedades europeas. Sobre la base de diferentes argumentos, tanto para Stuart Mill y para Tocqueville como para Marx, el mayor número de los trabajadores pobres era la razón que hacía incompatibles el capitalismo y la democracia. Para los liberales, la extensión del sufragio universal, al establecer un voto por persona, iba a dar lugar al gobierno de los trabajadores pobres, que no tenían ninguna educación.
Desde su punto de vista, al carecer de la preparación necesaria para ejercer el gobierno, gobernarían exclusivamente en función de sus intereses, y la democracia dejaría de estar vigente. Para los socialistas, en cambio, el gobierno de los trabajadores terminaría destruyendo al capitalismo.
Sin embargo, el desarrollo del capitalismo continúa hasta nuestros días aunque desde la segunda mitad del siglo XIX, progresivamente, cada vez fueron más los individuos reconocidos como ciudadanos con derecho a voto. En la actualidad, en casi todas las sociedades capitalistas son ciudadanos todos los adultos, cualquiera que sea su nivel de riqueza y de instrucción, su ocupación, su raza y su religión.
La democracia liberal es el sistema político que hace posible —simultáneamente— la vigencia del sufragio universal, el mantenimiento del capitalismo como forma de organización de la economía y la legitimidad de los reclamos de la sociedad por el respeto por parte del Estado de los derechos sociales y humanos.
sábado, 2 de enero de 2010
Desarrollo y subdesarrollo
Concepto de subdesarrollo
El concepto de subdesarrollo, y sobre todo el de país subdesarrollado, es un muy moderno. Aparece durante la descolonización, en los años 50. Existe la tendencia a enfocar el problema del subdesarrollo como un dato estadístico y comparativo, entre los países ricos y los pobres, por su renta per cápita o su producto interior bruto. Sin embargo, no es lo mismo una sociedad no desarrollada que una sociedad subdesarrollada. Aquella es una sociedad no capitalista, sin los avances tecnológicos propios de la sociedad occidental, pero perfectamente estructurada y que responde a las necesidades de sus individuos y del medio. La sociedad subdesarrollada tiene otros problemas, derivados de ser una sociedad capitalista con un bajo de nivel tecnológico y una renta mal repartida. Pero, además, es una comunidad que no responde a las necesidades de sus individuos, que sufren altos índices de paro, subempleo, delincuencia y marginalidad, y que tampoco responde a las necesidades del medio, ni está en sintonía con él.
El concepto de subdesarrollo se divulga durante los años 60 gracias a los medios de comunicación de masas, que lanzan como problema el hambre en el Tercer Mundo, las guerras, las dictaduras, etc. Durante los años 60 el subdesarrollo se entiende como una consecuencia del bajo consumo. Por un lado está subdesarrollado, o es pobre, el que no puede consumir; y por otro, la doctrina keynesiana vincula el desarrollo y el crecimiento económico al consumo. Los niveles de consumo de los países capitalistas desarrollados son un estadio de civilización al que todo el mundo está abocado.
La crisis económica de 1973 puso en duda que el desarrollo económico por el consumo fuese ilimitado, ya que los niveles de consumo tenían un límite. Se hizo patente que las posibilidades de supervivencia del sistema económico, dependía de la buena distribución de la renta.
Las desigualdades aparecen cuando existe gran diferencia entre el número de consumidores y la capacidad del aparato productivo. Esto se traduce, a escala local, en las diferentes formas de posesión y uso de los recursos, y de los medios de producción.
Los países subdesarrollados dependen industrial y económicamente de los desarrollados. Son estos los únicos capaces de acumular capital a costa de los recursos ajenos. La inversión en un país subdesarrollado tiene como objeto obtener unos beneficios, y por lo tanto detraer capital de la zona. Los canales de comercialización de los productos están en manos de los países desarrollados. Es aquí donde mayores capitales se acumulan, ya que tienen la función de poner en el mercado los artículos.
Características de los países subdesarrollados
Estas características son, frecuentemente, explicaciones, y excusas, de porqué un país está subdesarrollado.
En primer lugar, sus habitantes apenas disponen de lo necesario. El concepto de lo necesario se amplía en la sociedad capitalista de consumo de masas. Es la vieja teoría que vincula el desarrollo y el consumo con el crecimiento económico. Es un concepto relativo que se amplía con el desarrollo económico.
Otra característica es la sub-producción de tipo capitalista. Los recursos no están aprovechados. Según esto, sólo es posible producir en fábricas al modo capitalista, consumiendo los recursos de manera predadora. Pero el concepto de recurso es algo que cambia con la tecnología, y las posibilidades que tiene una sociedad para utilizarlo.
Otra de las características de los países subdesarrollados es su alto crecimiento demográfico, debido a causas endógenas. Existe la creencia de que las altas tasas de incremento de la población impide el desarrollo económico. Esto, que puede ser cierto a escala familiar o en el corto plazo, no lo es a escala nacional, ya que una masa de población grande garantiza una mano de obra abundante y barata, que, además, es consumidora. Si la población es mayoritariamente dependiente, o está en el paro, se debe a los bajos niveles de inversión, y no a los altos índices de población.
Otra de las características de los países subdesarrollados es la dependencia económica del mundo desarrollado, en un nuevo tipo de colonialismo, neocolonialismo, según el cual la inversión industrial y los canales de comercialización del producto están en manos de los países ricos, frecuentemente las antiguas metrópolis. La reducida inversión implica unos bajos índices de industrialización, que además depende del exterior, y que, en última instancia, se lleva los beneficios del capital y las horas trabajadas.
Tras la crisis de 1973 los países del Tercer Mundo se industrializan gracias a la política de desconcentración productiva de las grandes multinacionales; que buscan en los países y los trabajadores del Tercer Mundo condiciones más ventajosas: para las empresas, de contratación de la fuerza de trabajo, impuestos, etc. Esto implica la total desarticulación de la economía tradicional, ya que las nuevas industrias atraen a parte de la población activa y la convierte en proletariado industrial, ajeno y desvinculado de la economía tradicional del país.
Otra de las características del Tercer Mundo es el intercambio desigual de las mercancías. Ellos producen materias primas y compran productos elaborados de alto valor añadido. Esta situación está cambiando con la nueva industrialización de los países del Tercer Mundo, aunque no son ellos quienes se llevan los beneficios.
Según esto, existen unas características tópicas de lo que es un país subdesarrollado: insuficiencia alimentaria, déficit social, analfabetismo, recursos desatendidos o derrochados, elevado porcentaje de agricultores, escasez de clase media consumista, incompetencia industrial, hipertrofia del sector terciario, bajo PIB, desempleo, subempleo y trabajo infantil, subordinación económica, desigualdades sociales internas acusadas, crecimiento demográfico, persistencia de la miseria, etc. Todas estas características son valoradas comparativamente con los países desarrollados. Pero esta concepción de lo que es un país subdesarrollado ha quedado desfasada, ya que se han desarrollado unos procesos de industrialización, alfabetización, caída del crecimiento demográfico de la población, y de descenso de la producción y la productividad agrícola, que hacen temblar estos criterios.
En realidad, estas características de los países subdesarrollados son los efectos que una economía subdesarrollada produce en una población, no las causas. Son fruto de la desigualdad intrínseca que introduce el sistema capitalista, que tiende a acumular capital en unos países detrayéndolos de otros.
Si analizamos atentamente las sociedades de los países capitalistas podemos encontrar grupos de población que tienen las mismas características que las de los países subdesarrollados, es el llamado cuarto mundo, la única diferencia es que en los países del Tercer Mundo esta población adquiere el carácter de endémica, ya que están alejados del centro capitalista, y que tienen unos canales de distribución de la riqueza malos y escasos.
El crecimiento de las necesidades
Tras la crisis de 1929 aumentan las rentas familiares, ya que la forma de salir de la crisis se hace aumentando el gasto, tanto público como privado. El aumento del gasto hace crecer el mercado y el consumo de bienes, los cuales se diversifican cada vez más y son más numerosos. Los productos deben aparecer y desaparecer rápidamente del mercado, y ser perecederos. El consumo es el factor fundamental de crecimiento.
También se desarrollan espectacularmente las actividades de servicios. Es la forma que tiene el sistema capitalista de repartir las rentas, y que la mayoría la población no se dedique a la producción de artículos.
El transporte individual, la información, la comunicación y el ocio consumista son las señas de identidad de esta etapa.
El gran impulsor de este tipo de economía de consumo de masas es la clase media, con rentas que les permiten adquirir bienes, pero no acumular capital.
El Estado tiende a cubrir muchas necesidades que poco a poco se van haciendo básicas, como la educación o la salud. Es lo que se conoce como Estado del bienestar.
Esto implica un cambio en el concepto de pobreza, que ya no se mide por las rentas sino por la capacidad de consumo. Los pobres se recluyen en guetos, en un proceso de segregación espacial y marginación. No obstante, en los países desarrollados todas las personas se pueden alimentar y tener las necesidades básicas cubiertas, cosa que no ocurre en el Tercer Mundo, donde el hambre es un mal endémico y las políticas económicas aplicadas impiden la ayuda y la distribución de la riqueza.
Sin embargo, en la sociedad actual de los países ricos no basta tener las necesidades básicas cubiertas; la sanidad, la educación y la cultura son necesidades que nadie, en los países desarrollados, puede renunciar y a las que tienen derecho.
La vida urbana crea nuevas necesidades: de vivienda, equipamiento, transporte, vestido, etc. creadas, en su mayor parte, por la publicidad. Muchas de estas necesidades suponen un aumento del consumo de energía.
El crecimiento de la población agrava coyunturalmente los problemas, ya que amplía el número de gente que debe cubrir esas exigencias.
En el Tercer Mundo no existen los mecanismos necesarios para que la población acceda a los niveles de consumo que se les ofrece.
La publicidad es el gran creador de necesidades, las cuales aumentan en la medida que esta es capaz de lanzar nuevos artículos al mercado.
El crecimiento demográfico
Con la revolución industrial, y el crecimiento de la productividad, aumenta, también, la población, en el proceso de transición demográfica. Las tasas más altas se alcanzan cuando desciende la mortalidad y se mantiene natalidad, alcanzando el máximo poco antes de que comience a descender la natalidad.
A diferencia de lo que pasa en los países desarrollados, que la transición demográfica dura entre 120 y 90 años y su crecimiento anual máximo nunca supera el 2%, en los subdesarrollados la transición demográfica se supone que debe ser mucho más corta y los crecimientos anuales máximos superan en 2%. Esto implica un exceso de población en el momento crítico del desarrollo económico; y que además no tiene alternativas, como las tuvo Europa con la emigración a los países nuevos y las colonias.
Los países desarrollados resolvieron este problema introduciendo prácticas de control de natalidad, más eficaces cuanto mayor era el nivel cultural y el desarrollo económico, además de recurrir a la emigración. No obstante, siempre estuvo presente el desempleo y el subempleo, ya que el sector productivo siempre oferta menos empleos de los que se demandan.
Agricultura y desarrollo
Desde los tiempos del sistema colonial data la dedicación de ciertas zonas del mundo a la agricultura y a la extracción de materiales y materias primas, gracias a un sistema de especialización productiva que buscaba ventajas comparativas. Este sistema implicaba una red de interdependencias entre la metrópoli y la colonia.
Desde el comienzo de la revolución industrial, la técnica y la ciencia han proporcionado a la agricultura métodos y técnicas de cultivo que aumentaban la productividad de la tierra, pero será a partir de 1944 cuando este proceso adquiera dimensiones de revolución. Este progreso era necesario para asegurar el aporte alimenticio a todo el mundo, pero ha incurrido en muchos errores.
La introducción de la nueva economía colonial capitalista suponía la destrucción de la economía tradicional de subsistencia y de los modos de producción de las civilizaciones indígenas. El modelo agrícola que se establece es la economía de plantación especulativa, que funciona como una empresa de producción, con trabajadores asalariados y utilizando todas las ventajas de la tecnología y la ciencia. Se crea un proletariado rural indígena desvinculado de las tradiciones de su civilización: aculturado. Este tipo de economía es muy inestable, ya que el régimen de monocultivo y, la dedicación de la producción al mercado internacional, hace depender su prosperidad de los precios internacionales de los bienes.
La revolución verde permitió a los países desarrollados, tras la descolonización, producir todo el alimento que era necesario para las demandas alimenticias de su población. Esto supuso una caída de los precios internacionales, y una descapitalización en los países con economía de plantación. La descapitalización de las plantaciones significó la imposibilidad de introducir mejoras e insumos que permitieran aumentar la productividad. En estos países se da una dualidad en el régimen de tenencias de tierras; por un lado está la gran propiedad y el latifundio, dedicado al monocultivo de plantación y desvinculado de la agricultura tradicional (aunque cada vez más está en manos autóctonas, sin embargo, no son ellos los que ponen los productos en el mercado); y por otro lado está la pequeña propiedad, en la agricultura tradicional de subsistencia, donde predomina el minifundio y las tierras comunales, de las que frecuentemente se ven privadas, por las plantaciones.
Las plantaciones son las grandes beneficiarias de las inversiones en el Tercer Mundo y de los planes de desarrollo. Las infraestructuras de regadío, los abonos a precios bajos, las subvenciones para la modernización de las explotaciones, etc., sólo pueden ser aprovechadas con ventaja por las plantaciones que disponen de capital suficiente para introducir mejoras, y no se pueden beneficiar de ellas los que viven de la agricultura tradicional, que son los desfavorecidos del Tercer Mundo.
En estos países la reforma agraria es una cuestión permanente. Pero la reforma que se plantea no afecta al régimen de tenencia de tierras, sino que es una reforma técnica y tecnológica de tipo liberal, con lo que se consigue introducir la propiedad privada donde existe, o donde predomina, la propiedad comunal. Este estado de cosas beneficia, sobre todo, a los países ricos, ya que se crean latifundios, y se arriendan las tierras en las peores condiciones para los más débiles.
La ciudad y el sector terciario
Cuando un país se industrializa sus ciudades crecen espectacularmente, y con ellas el sector terciario y de servicios, que es indispensable para poder vivir en una ciudad.
El éxodo rural aparece con la industrialización para concentrar en un punto mano de obra y trabajo, por un lado, población y mercado por otro. La desvinculación entre la tierra y la población crea un proletariado industrial que sólo tiene para sobrevivir su fuerza de trabajo. Sin embargo, una vez terminado el éxodo rural la ciudad se sigue desarrollando por crecimiento vegetativo endógeno, debido a la transición demográfica.
No todo el proletariado tiene la oportunidad de trabajar, puesto que la oferta de puestos de trabajo siempre es menor que la demanda, creándose así desempleo, subempleo y economía sumergida. Aparecen, también, los servicios personales en el nivel más bajo.
Pero no sólo emigran a las ciudades trabajadores del campo, sino, también, los terratenientes, que no tienen que vivir en el campo para mantener sus tierras en producción. Además, emigran los pequeños propietarios que malviven con sus tierras. Con este proceso se descapitaliza el campo en favor de la industria y los servicios. Los capitales liberados son absorbidos por los servicios financieros y la búsqueda de operaciones especulativas.
En la ciudad los símbolos de la modernidad son los rascacielos del centro comercial y las viviendas en altura para las clases medias, así como las chavolas marginales en las orillas de las ciudades, para los pobres recién llegados, muy visibles en los países subdesarrollados.
El funcionamiento de una ciudad es imposible sin el sector servicios: los mercados, los transportes, la cultura, la enseñanza, la salud y las finanzas, que en buena medida son responsables del crecimiento de la ciudad.
El rápido desarrollo de una ciudad implica una rápida construcción de edificios en altura, con los que se especula por el precio del suelo. Esta especulación satisface las necesidades de la oligarquía, que gestiona las ayudas y los recursos que ofrecen las multinacionales y los aparatos estatales.
Para mantener este estado de cosas, la burguesía acude al Estado, a través del ejército, en caso de peligro, formando dictaduras militares de corte fascista.
El crecimiento de los servicios en el Tercer Mundo, al revés que en los países ricos, se ha desarrollado antes que la industria. Además, está compuesto, mayoritariamente, por servicios personales.
La industrialización de los países subdesarrollados
La industrialización del Tercer Mundo es un hecho reciente, que se debe a la política de desconcentración productiva de las multinacionales, y que buscan en los países pobres mejores condiciones de contratación de la mano de obra, incluso llegan a emplear fuerza de trabajo infantil en condiciones de semiesclavitud; y otras ventajas fiscales.
La producción de estas industrias no va dirigida al aumento del consumo interno, sino a la exportación, con lo cual los beneficios de la fabricación también se exportan. La OMC es la institución internacional que vela por la libertad de comercio, con lo que permite a las grandes multinacionales esta búsqueda de fuerza de trabajo barata y esas mejoras fiscales en los países del Tercer Mundo.
Las condiciones en las que trabaja un obrero del Tercer Mundo son mucho peores que las de cualquier trabajador en el mundo desarrollado. Peor seguridad e higiene en el trabajo, poco respeto al medio natural, menos controles de calidad, etc., son las constantes en este tipo de producción. La llegada de las grandes multinacionales hace desaparecer la industria autóctona en escasa medida, ya que esta no era capaz de introducirse en los circuitos internacionales y continúa dedicándose al mercado nacional. Además, fabrica productos de consumo interno, mientras que las multinacionales obtienen mercancías que nada tienen que ver con la industria autóctona. Sin embargo, algunas empresas comienzan a fabricar componentes para las multinacionales y terminan dependiendo de ellas, en exclusiva. Son empresas subsidiarias autóctonas.
Estos procesos han tenido lugar en todos los países del Tercer Mundo, pero ha sido más espectacular en los países asiáticos, por el empuje de la economía japonesa, en México y en Brasil, por su buena posición en las rutas del comercio internacional.
Los beneficios de esta industrialización terminan en manos extranjeras o en la oligarquía autóctona, lo que explica porqué los países siguen subdesarrollados, a pesar de sus altos índices del crecimiento. Faltan los canales de distribución de la riqueza, lo que implica que existan grandes diferencias sociales.
La crisis de 1973 fue el detonante de esta industrialización del Tercer Mundo, ya que en los países desarrollados la energía era muy cara y el proletariado había conseguido unas condiciones de alquiler de la fuerza de trabajo más favorables. Además, la tecnología permitía aumentar la productividad empleando poca mano de obra, aunque muy especializada. Al Tercer Mundo se fueron aquellos procesos productivos que necesitaban mucha mano de obra.
Perspectiva
La situación de los países del Tercer Mundo no es estática, ni está bloqueada, sino que goza de un gran dinamismo, pero los cambios no suelen estar dirigidos, y por lo general son negativos, ya que no hay mecanismos de protección ante los abusos del capital.
En todo el mundo crecen las necesidades que se consideran básicas, gracias a la publicidad, sin embargo no aumenta en la misma proporción la renta ni los recursos disponibles para hacerlas frente y satisfacer tales necesidades.
El paro es un mal endémico y estructural, que detrae rentas de los que ganan algo y alimenta el subempleo o la delincuencia.
Las ayudas financieras al Tercer Mundo no sirven de mucho, porque no hay canales adecuados de distribución de los capitales invertidos. De la obra pública se beneficia el que dispone de capital para aprovecharla con ventaja, es un recurso utópico que permite al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional controlar la política económica de los países del Tercer Mundo a través de la deuda exterior, imponiendo políticas liberales que aseguran el cobro del préstamo, pero que no garantizan el desarrollo económico del país. Otra cosa es la ayuda solidaria, y la llegada de los ahorros de los emigrantes, dirigida a comunidades muy concretas, aunque no es un factor de desarrollo integral de un país.
Los países del Tercer Mundo dependen de la tecnología y de los capitales de los países desarrollados, principalmente de las inversiones de las multinacionales que pueden tomar la decisión de marcharse y dejar el país en la ruina y sin recursos.
Lo más característico de los países del Tercer Mundo son los diferentes grados de desarrollo dentro de una misma región, que se manifiestan geográfica y socialmente entre zonas ricas y pobres, y clases ricas y pobres.
El desarrollo económico de algunos países del Tercer Mundo a supuesto un incremento galopante de la inflación, y como consecuencia un aumento de la pobreza de las clases más humildes.
Las rondas de los países más poderosos para tratar sobre la globalización han supuesto la liberalización del comercio internacional de productos agrícolas, ya estaba liberalizada la industria, lo que significa que la posibilidad de vender estos productos en el mercado internacional está en manos de las compañías de transporte. Por otro lado, los países desarrollados tienen excedentes de todo, y pueden colocar sus productos en el mercado de los países subdesarrollados a precios más bajos que el coste de los autóctonos, e incluso a menor precio que la producción de subsistencia, con lo que saldría más caro producir que comprar.
El sistema capitalista es, por excelencia, depredador de materias primas y contaminante. Cree en el crecimiento ilimitado, habrá crecimiento siempre que exista consumo, indefinidamente.
Pero los recursos no son ilimitados, por lo que, por grande que sea la demanda, puede llegar un momento en que la oferta no sea posible, debido a la escasez de recursos que transformar. Esto hace necesarias nuevas tecnologías que consuman menos y utilicen otros elementos de la naturaleza como recurso.
Se hace imprescindible adecuar los ritmos de explotación y de recuperación de los recursos, para evitar que se agoten. Esto supone que el desarrollo económico capitalista, para un determinado nivel tecnológico, tiene un límite, que es aquel que le impone la disponibilidad del factor tierra y las condiciones ecológicas que lo sustentan. Se hace necesario el desarrollo sostenible.
La solución de los problemas de desarrollo de los países del Tercer Mundo pasa por el desarrollo local, es decir, la creación de circuitos de producción y consumo en mercados de ámbito local, que permitan la creación de capitales autóctonos, bien distribuidos entre todas las clases sociales. Esto implica que la economía debe producir primero para el consumo interno, y no para exportar los recursos que se pueden vender en el mercado internacional de manera especulativa. Este es el modelo de crecimiento que llevó a Japón a ser la segunda potencia del mundo capitalista, basada en el impulso del crecimiento de la demanda interna, y sólo una vez satisfecha esta se dedica parte de la producción a la exportación.
La alta tasa de emigración que han tenido los países del Tercer Mundo desde la década de 1990 ha supuesto la llegada de importantes remesas de dinero a familias concretas que han podido crear pequeños negocios y prosperar dentro de su comunidad atendiendo a las necesidades de sus vecinos. Este proceso ha sido particularmente importante en América Latina, lo que, unido a la estabilidad política, ha permitido un desarrollo económico muy importante de la región, y alguno de los países, como Chile, Argentina, Venezuela, Brasil o México, han conseguido niveles de desarrollo muy cercanos a los de los países ricos. En otros, aunque aún no han alcanzado estos niveles, el cambio ha sido realmente tan espectacular que apenas se reconocen a sí mismos.
El concepto de subdesarrollo, y sobre todo el de país subdesarrollado, es un muy moderno. Aparece durante la descolonización, en los años 50. Existe la tendencia a enfocar el problema del subdesarrollo como un dato estadístico y comparativo, entre los países ricos y los pobres, por su renta per cápita o su producto interior bruto. Sin embargo, no es lo mismo una sociedad no desarrollada que una sociedad subdesarrollada. Aquella es una sociedad no capitalista, sin los avances tecnológicos propios de la sociedad occidental, pero perfectamente estructurada y que responde a las necesidades de sus individuos y del medio. La sociedad subdesarrollada tiene otros problemas, derivados de ser una sociedad capitalista con un bajo de nivel tecnológico y una renta mal repartida. Pero, además, es una comunidad que no responde a las necesidades de sus individuos, que sufren altos índices de paro, subempleo, delincuencia y marginalidad, y que tampoco responde a las necesidades del medio, ni está en sintonía con él.
El concepto de subdesarrollo se divulga durante los años 60 gracias a los medios de comunicación de masas, que lanzan como problema el hambre en el Tercer Mundo, las guerras, las dictaduras, etc. Durante los años 60 el subdesarrollo se entiende como una consecuencia del bajo consumo. Por un lado está subdesarrollado, o es pobre, el que no puede consumir; y por otro, la doctrina keynesiana vincula el desarrollo y el crecimiento económico al consumo. Los niveles de consumo de los países capitalistas desarrollados son un estadio de civilización al que todo el mundo está abocado.
La crisis económica de 1973 puso en duda que el desarrollo económico por el consumo fuese ilimitado, ya que los niveles de consumo tenían un límite. Se hizo patente que las posibilidades de supervivencia del sistema económico, dependía de la buena distribución de la renta.
Las desigualdades aparecen cuando existe gran diferencia entre el número de consumidores y la capacidad del aparato productivo. Esto se traduce, a escala local, en las diferentes formas de posesión y uso de los recursos, y de los medios de producción.
Los países subdesarrollados dependen industrial y económicamente de los desarrollados. Son estos los únicos capaces de acumular capital a costa de los recursos ajenos. La inversión en un país subdesarrollado tiene como objeto obtener unos beneficios, y por lo tanto detraer capital de la zona. Los canales de comercialización de los productos están en manos de los países desarrollados. Es aquí donde mayores capitales se acumulan, ya que tienen la función de poner en el mercado los artículos.
Características de los países subdesarrollados
Estas características son, frecuentemente, explicaciones, y excusas, de porqué un país está subdesarrollado.
En primer lugar, sus habitantes apenas disponen de lo necesario. El concepto de lo necesario se amplía en la sociedad capitalista de consumo de masas. Es la vieja teoría que vincula el desarrollo y el consumo con el crecimiento económico. Es un concepto relativo que se amplía con el desarrollo económico.
Otra característica es la sub-producción de tipo capitalista. Los recursos no están aprovechados. Según esto, sólo es posible producir en fábricas al modo capitalista, consumiendo los recursos de manera predadora. Pero el concepto de recurso es algo que cambia con la tecnología, y las posibilidades que tiene una sociedad para utilizarlo.
Otra de las características de los países subdesarrollados es su alto crecimiento demográfico, debido a causas endógenas. Existe la creencia de que las altas tasas de incremento de la población impide el desarrollo económico. Esto, que puede ser cierto a escala familiar o en el corto plazo, no lo es a escala nacional, ya que una masa de población grande garantiza una mano de obra abundante y barata, que, además, es consumidora. Si la población es mayoritariamente dependiente, o está en el paro, se debe a los bajos niveles de inversión, y no a los altos índices de población.
Otra de las características de los países subdesarrollados es la dependencia económica del mundo desarrollado, en un nuevo tipo de colonialismo, neocolonialismo, según el cual la inversión industrial y los canales de comercialización del producto están en manos de los países ricos, frecuentemente las antiguas metrópolis. La reducida inversión implica unos bajos índices de industrialización, que además depende del exterior, y que, en última instancia, se lleva los beneficios del capital y las horas trabajadas.
Tras la crisis de 1973 los países del Tercer Mundo se industrializan gracias a la política de desconcentración productiva de las grandes multinacionales; que buscan en los países y los trabajadores del Tercer Mundo condiciones más ventajosas: para las empresas, de contratación de la fuerza de trabajo, impuestos, etc. Esto implica la total desarticulación de la economía tradicional, ya que las nuevas industrias atraen a parte de la población activa y la convierte en proletariado industrial, ajeno y desvinculado de la economía tradicional del país.
Otra de las características del Tercer Mundo es el intercambio desigual de las mercancías. Ellos producen materias primas y compran productos elaborados de alto valor añadido. Esta situación está cambiando con la nueva industrialización de los países del Tercer Mundo, aunque no son ellos quienes se llevan los beneficios.
Según esto, existen unas características tópicas de lo que es un país subdesarrollado: insuficiencia alimentaria, déficit social, analfabetismo, recursos desatendidos o derrochados, elevado porcentaje de agricultores, escasez de clase media consumista, incompetencia industrial, hipertrofia del sector terciario, bajo PIB, desempleo, subempleo y trabajo infantil, subordinación económica, desigualdades sociales internas acusadas, crecimiento demográfico, persistencia de la miseria, etc. Todas estas características son valoradas comparativamente con los países desarrollados. Pero esta concepción de lo que es un país subdesarrollado ha quedado desfasada, ya que se han desarrollado unos procesos de industrialización, alfabetización, caída del crecimiento demográfico de la población, y de descenso de la producción y la productividad agrícola, que hacen temblar estos criterios.
En realidad, estas características de los países subdesarrollados son los efectos que una economía subdesarrollada produce en una población, no las causas. Son fruto de la desigualdad intrínseca que introduce el sistema capitalista, que tiende a acumular capital en unos países detrayéndolos de otros.
Si analizamos atentamente las sociedades de los países capitalistas podemos encontrar grupos de población que tienen las mismas características que las de los países subdesarrollados, es el llamado cuarto mundo, la única diferencia es que en los países del Tercer Mundo esta población adquiere el carácter de endémica, ya que están alejados del centro capitalista, y que tienen unos canales de distribución de la riqueza malos y escasos.
El crecimiento de las necesidades
Tras la crisis de 1929 aumentan las rentas familiares, ya que la forma de salir de la crisis se hace aumentando el gasto, tanto público como privado. El aumento del gasto hace crecer el mercado y el consumo de bienes, los cuales se diversifican cada vez más y son más numerosos. Los productos deben aparecer y desaparecer rápidamente del mercado, y ser perecederos. El consumo es el factor fundamental de crecimiento.
También se desarrollan espectacularmente las actividades de servicios. Es la forma que tiene el sistema capitalista de repartir las rentas, y que la mayoría la población no se dedique a la producción de artículos.
El transporte individual, la información, la comunicación y el ocio consumista son las señas de identidad de esta etapa.
El gran impulsor de este tipo de economía de consumo de masas es la clase media, con rentas que les permiten adquirir bienes, pero no acumular capital.
El Estado tiende a cubrir muchas necesidades que poco a poco se van haciendo básicas, como la educación o la salud. Es lo que se conoce como Estado del bienestar.
Esto implica un cambio en el concepto de pobreza, que ya no se mide por las rentas sino por la capacidad de consumo. Los pobres se recluyen en guetos, en un proceso de segregación espacial y marginación. No obstante, en los países desarrollados todas las personas se pueden alimentar y tener las necesidades básicas cubiertas, cosa que no ocurre en el Tercer Mundo, donde el hambre es un mal endémico y las políticas económicas aplicadas impiden la ayuda y la distribución de la riqueza.
Sin embargo, en la sociedad actual de los países ricos no basta tener las necesidades básicas cubiertas; la sanidad, la educación y la cultura son necesidades que nadie, en los países desarrollados, puede renunciar y a las que tienen derecho.
La vida urbana crea nuevas necesidades: de vivienda, equipamiento, transporte, vestido, etc. creadas, en su mayor parte, por la publicidad. Muchas de estas necesidades suponen un aumento del consumo de energía.
El crecimiento de la población agrava coyunturalmente los problemas, ya que amplía el número de gente que debe cubrir esas exigencias.
En el Tercer Mundo no existen los mecanismos necesarios para que la población acceda a los niveles de consumo que se les ofrece.
La publicidad es el gran creador de necesidades, las cuales aumentan en la medida que esta es capaz de lanzar nuevos artículos al mercado.
El crecimiento demográfico
Con la revolución industrial, y el crecimiento de la productividad, aumenta, también, la población, en el proceso de transición demográfica. Las tasas más altas se alcanzan cuando desciende la mortalidad y se mantiene natalidad, alcanzando el máximo poco antes de que comience a descender la natalidad.
A diferencia de lo que pasa en los países desarrollados, que la transición demográfica dura entre 120 y 90 años y su crecimiento anual máximo nunca supera el 2%, en los subdesarrollados la transición demográfica se supone que debe ser mucho más corta y los crecimientos anuales máximos superan en 2%. Esto implica un exceso de población en el momento crítico del desarrollo económico; y que además no tiene alternativas, como las tuvo Europa con la emigración a los países nuevos y las colonias.
Los países desarrollados resolvieron este problema introduciendo prácticas de control de natalidad, más eficaces cuanto mayor era el nivel cultural y el desarrollo económico, además de recurrir a la emigración. No obstante, siempre estuvo presente el desempleo y el subempleo, ya que el sector productivo siempre oferta menos empleos de los que se demandan.
Agricultura y desarrollo
Desde los tiempos del sistema colonial data la dedicación de ciertas zonas del mundo a la agricultura y a la extracción de materiales y materias primas, gracias a un sistema de especialización productiva que buscaba ventajas comparativas. Este sistema implicaba una red de interdependencias entre la metrópoli y la colonia.
Desde el comienzo de la revolución industrial, la técnica y la ciencia han proporcionado a la agricultura métodos y técnicas de cultivo que aumentaban la productividad de la tierra, pero será a partir de 1944 cuando este proceso adquiera dimensiones de revolución. Este progreso era necesario para asegurar el aporte alimenticio a todo el mundo, pero ha incurrido en muchos errores.
La introducción de la nueva economía colonial capitalista suponía la destrucción de la economía tradicional de subsistencia y de los modos de producción de las civilizaciones indígenas. El modelo agrícola que se establece es la economía de plantación especulativa, que funciona como una empresa de producción, con trabajadores asalariados y utilizando todas las ventajas de la tecnología y la ciencia. Se crea un proletariado rural indígena desvinculado de las tradiciones de su civilización: aculturado. Este tipo de economía es muy inestable, ya que el régimen de monocultivo y, la dedicación de la producción al mercado internacional, hace depender su prosperidad de los precios internacionales de los bienes.
La revolución verde permitió a los países desarrollados, tras la descolonización, producir todo el alimento que era necesario para las demandas alimenticias de su población. Esto supuso una caída de los precios internacionales, y una descapitalización en los países con economía de plantación. La descapitalización de las plantaciones significó la imposibilidad de introducir mejoras e insumos que permitieran aumentar la productividad. En estos países se da una dualidad en el régimen de tenencias de tierras; por un lado está la gran propiedad y el latifundio, dedicado al monocultivo de plantación y desvinculado de la agricultura tradicional (aunque cada vez más está en manos autóctonas, sin embargo, no son ellos los que ponen los productos en el mercado); y por otro lado está la pequeña propiedad, en la agricultura tradicional de subsistencia, donde predomina el minifundio y las tierras comunales, de las que frecuentemente se ven privadas, por las plantaciones.
Las plantaciones son las grandes beneficiarias de las inversiones en el Tercer Mundo y de los planes de desarrollo. Las infraestructuras de regadío, los abonos a precios bajos, las subvenciones para la modernización de las explotaciones, etc., sólo pueden ser aprovechadas con ventaja por las plantaciones que disponen de capital suficiente para introducir mejoras, y no se pueden beneficiar de ellas los que viven de la agricultura tradicional, que son los desfavorecidos del Tercer Mundo.
En estos países la reforma agraria es una cuestión permanente. Pero la reforma que se plantea no afecta al régimen de tenencia de tierras, sino que es una reforma técnica y tecnológica de tipo liberal, con lo que se consigue introducir la propiedad privada donde existe, o donde predomina, la propiedad comunal. Este estado de cosas beneficia, sobre todo, a los países ricos, ya que se crean latifundios, y se arriendan las tierras en las peores condiciones para los más débiles.
La ciudad y el sector terciario
Cuando un país se industrializa sus ciudades crecen espectacularmente, y con ellas el sector terciario y de servicios, que es indispensable para poder vivir en una ciudad.
El éxodo rural aparece con la industrialización para concentrar en un punto mano de obra y trabajo, por un lado, población y mercado por otro. La desvinculación entre la tierra y la población crea un proletariado industrial que sólo tiene para sobrevivir su fuerza de trabajo. Sin embargo, una vez terminado el éxodo rural la ciudad se sigue desarrollando por crecimiento vegetativo endógeno, debido a la transición demográfica.
No todo el proletariado tiene la oportunidad de trabajar, puesto que la oferta de puestos de trabajo siempre es menor que la demanda, creándose así desempleo, subempleo y economía sumergida. Aparecen, también, los servicios personales en el nivel más bajo.
Pero no sólo emigran a las ciudades trabajadores del campo, sino, también, los terratenientes, que no tienen que vivir en el campo para mantener sus tierras en producción. Además, emigran los pequeños propietarios que malviven con sus tierras. Con este proceso se descapitaliza el campo en favor de la industria y los servicios. Los capitales liberados son absorbidos por los servicios financieros y la búsqueda de operaciones especulativas.
En la ciudad los símbolos de la modernidad son los rascacielos del centro comercial y las viviendas en altura para las clases medias, así como las chavolas marginales en las orillas de las ciudades, para los pobres recién llegados, muy visibles en los países subdesarrollados.
El funcionamiento de una ciudad es imposible sin el sector servicios: los mercados, los transportes, la cultura, la enseñanza, la salud y las finanzas, que en buena medida son responsables del crecimiento de la ciudad.
El rápido desarrollo de una ciudad implica una rápida construcción de edificios en altura, con los que se especula por el precio del suelo. Esta especulación satisface las necesidades de la oligarquía, que gestiona las ayudas y los recursos que ofrecen las multinacionales y los aparatos estatales.
Para mantener este estado de cosas, la burguesía acude al Estado, a través del ejército, en caso de peligro, formando dictaduras militares de corte fascista.
El crecimiento de los servicios en el Tercer Mundo, al revés que en los países ricos, se ha desarrollado antes que la industria. Además, está compuesto, mayoritariamente, por servicios personales.
La industrialización de los países subdesarrollados
La industrialización del Tercer Mundo es un hecho reciente, que se debe a la política de desconcentración productiva de las multinacionales, y que buscan en los países pobres mejores condiciones de contratación de la mano de obra, incluso llegan a emplear fuerza de trabajo infantil en condiciones de semiesclavitud; y otras ventajas fiscales.
La producción de estas industrias no va dirigida al aumento del consumo interno, sino a la exportación, con lo cual los beneficios de la fabricación también se exportan. La OMC es la institución internacional que vela por la libertad de comercio, con lo que permite a las grandes multinacionales esta búsqueda de fuerza de trabajo barata y esas mejoras fiscales en los países del Tercer Mundo.
Las condiciones en las que trabaja un obrero del Tercer Mundo son mucho peores que las de cualquier trabajador en el mundo desarrollado. Peor seguridad e higiene en el trabajo, poco respeto al medio natural, menos controles de calidad, etc., son las constantes en este tipo de producción. La llegada de las grandes multinacionales hace desaparecer la industria autóctona en escasa medida, ya que esta no era capaz de introducirse en los circuitos internacionales y continúa dedicándose al mercado nacional. Además, fabrica productos de consumo interno, mientras que las multinacionales obtienen mercancías que nada tienen que ver con la industria autóctona. Sin embargo, algunas empresas comienzan a fabricar componentes para las multinacionales y terminan dependiendo de ellas, en exclusiva. Son empresas subsidiarias autóctonas.
Estos procesos han tenido lugar en todos los países del Tercer Mundo, pero ha sido más espectacular en los países asiáticos, por el empuje de la economía japonesa, en México y en Brasil, por su buena posición en las rutas del comercio internacional.
Los beneficios de esta industrialización terminan en manos extranjeras o en la oligarquía autóctona, lo que explica porqué los países siguen subdesarrollados, a pesar de sus altos índices del crecimiento. Faltan los canales de distribución de la riqueza, lo que implica que existan grandes diferencias sociales.
La crisis de 1973 fue el detonante de esta industrialización del Tercer Mundo, ya que en los países desarrollados la energía era muy cara y el proletariado había conseguido unas condiciones de alquiler de la fuerza de trabajo más favorables. Además, la tecnología permitía aumentar la productividad empleando poca mano de obra, aunque muy especializada. Al Tercer Mundo se fueron aquellos procesos productivos que necesitaban mucha mano de obra.
Perspectiva
La situación de los países del Tercer Mundo no es estática, ni está bloqueada, sino que goza de un gran dinamismo, pero los cambios no suelen estar dirigidos, y por lo general son negativos, ya que no hay mecanismos de protección ante los abusos del capital.
En todo el mundo crecen las necesidades que se consideran básicas, gracias a la publicidad, sin embargo no aumenta en la misma proporción la renta ni los recursos disponibles para hacerlas frente y satisfacer tales necesidades.
El paro es un mal endémico y estructural, que detrae rentas de los que ganan algo y alimenta el subempleo o la delincuencia.
Las ayudas financieras al Tercer Mundo no sirven de mucho, porque no hay canales adecuados de distribución de los capitales invertidos. De la obra pública se beneficia el que dispone de capital para aprovecharla con ventaja, es un recurso utópico que permite al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional controlar la política económica de los países del Tercer Mundo a través de la deuda exterior, imponiendo políticas liberales que aseguran el cobro del préstamo, pero que no garantizan el desarrollo económico del país. Otra cosa es la ayuda solidaria, y la llegada de los ahorros de los emigrantes, dirigida a comunidades muy concretas, aunque no es un factor de desarrollo integral de un país.
Los países del Tercer Mundo dependen de la tecnología y de los capitales de los países desarrollados, principalmente de las inversiones de las multinacionales que pueden tomar la decisión de marcharse y dejar el país en la ruina y sin recursos.
Lo más característico de los países del Tercer Mundo son los diferentes grados de desarrollo dentro de una misma región, que se manifiestan geográfica y socialmente entre zonas ricas y pobres, y clases ricas y pobres.
El desarrollo económico de algunos países del Tercer Mundo a supuesto un incremento galopante de la inflación, y como consecuencia un aumento de la pobreza de las clases más humildes.
Las rondas de los países más poderosos para tratar sobre la globalización han supuesto la liberalización del comercio internacional de productos agrícolas, ya estaba liberalizada la industria, lo que significa que la posibilidad de vender estos productos en el mercado internacional está en manos de las compañías de transporte. Por otro lado, los países desarrollados tienen excedentes de todo, y pueden colocar sus productos en el mercado de los países subdesarrollados a precios más bajos que el coste de los autóctonos, e incluso a menor precio que la producción de subsistencia, con lo que saldría más caro producir que comprar.
El sistema capitalista es, por excelencia, depredador de materias primas y contaminante. Cree en el crecimiento ilimitado, habrá crecimiento siempre que exista consumo, indefinidamente.
Pero los recursos no son ilimitados, por lo que, por grande que sea la demanda, puede llegar un momento en que la oferta no sea posible, debido a la escasez de recursos que transformar. Esto hace necesarias nuevas tecnologías que consuman menos y utilicen otros elementos de la naturaleza como recurso.
Se hace imprescindible adecuar los ritmos de explotación y de recuperación de los recursos, para evitar que se agoten. Esto supone que el desarrollo económico capitalista, para un determinado nivel tecnológico, tiene un límite, que es aquel que le impone la disponibilidad del factor tierra y las condiciones ecológicas que lo sustentan. Se hace necesario el desarrollo sostenible.
La solución de los problemas de desarrollo de los países del Tercer Mundo pasa por el desarrollo local, es decir, la creación de circuitos de producción y consumo en mercados de ámbito local, que permitan la creación de capitales autóctonos, bien distribuidos entre todas las clases sociales. Esto implica que la economía debe producir primero para el consumo interno, y no para exportar los recursos que se pueden vender en el mercado internacional de manera especulativa. Este es el modelo de crecimiento que llevó a Japón a ser la segunda potencia del mundo capitalista, basada en el impulso del crecimiento de la demanda interna, y sólo una vez satisfecha esta se dedica parte de la producción a la exportación.
La alta tasa de emigración que han tenido los países del Tercer Mundo desde la década de 1990 ha supuesto la llegada de importantes remesas de dinero a familias concretas que han podido crear pequeños negocios y prosperar dentro de su comunidad atendiendo a las necesidades de sus vecinos. Este proceso ha sido particularmente importante en América Latina, lo que, unido a la estabilidad política, ha permitido un desarrollo económico muy importante de la región, y alguno de los países, como Chile, Argentina, Venezuela, Brasil o México, han conseguido niveles de desarrollo muy cercanos a los de los países ricos. En otros, aunque aún no han alcanzado estos niveles, el cambio ha sido realmente tan espectacular que apenas se reconocen a sí mismos.
Sectores Productivos
Sector primario
Sector de la economía que incluye todas las actividades en las que se obtienen producto directamente de la naturaleza: agricultura, ganadería, pesca, silvicultura y minería.
Las actividades más representativas del sector primario son: la agricultura, la ganadería, la pesca, la minería y la silvicultura.
Hasta la revolución industrial este fue el sector más desarrollado, el que creaba más riqueza y el que empleaba más fuerza de trabajo, los métodos de producción necesitaban mucha mano de obra. En general, se trataba de una agricultura de subsistencia, en la que se consumía todo lo que se producía. La minería era un sector importante que alimentaba las herrerías, y estas ofrecían sus productos a los campesinos.
La revolución industrial y la aplicación a las tareas del campo de máquinas, redujo la necesidad de tanta fuerza de trabajo. También permitió el incremento de la productividad, con lo que se acumularon grandes capitales gracias al aumento de los beneficios. Los capitales, la fuerza de trabajo y las mercancías excedentes se invirtieron en la industria, lo que permitió el desarrollo del sector secundario.
La industria proporciona insumos, que son empleados en la agricultura, la minería y todo el sector primario, en un proceso de retroalimentación.
El segundo aumento de la productividad en la agricultura y ganadería fue la revolución verde. La revolución verde es un proceso en el que se emplean, masivamente, los avances científicos y tecnológicos que se producen en la industria, aplicados a la agricultura, y que se desarrolla principalmente tras la segunda guerra mundial.
La revolución verde permite una mayor reducción de la mano de obra empleada en las tareas agrícolas y un aumento de la productividad de la tierra, lo que genera un exceso de trabajadores, los cuales deben ocuparse en otros sectores, o acaban en el paro. Además, gracias a este incremento de la productividad los precios unitarios de los productos agrícolas descienden.
En los países desarrollados esta agricultura necesita ayudas a la inversión, para renovar el equipo y adecuar el tamaño de las explotaciones a las nuevas necesidades productivas.
Los países desarrollados son autosuficientes en los productos básicos de su dieta y sólo acuden a los bienes del Tercer Mundo cuando son artículos de lujo, o netamente más baratos.
El GATT es el organismo que vela por la libre competencia y el libre comercio internacional. La Ronda Uruguay del GATT celebrada en 1994 permite la liberalización del comercio de los productos agrícolas. Como el comercio de estos productos está en manos de los países desarrollados son estos los más favorecidos por la liberalización. El 1 de enero de 1995 fue sustituido por la OMC (Organización Mundial del Comercio).
En los países desarrollados el sector primario ocupa cada vez a menos población activa y tiene un peso menor en el PIB, pero en los subdesarrollados aún tiene mucha importancia, tanto desde el punto de vista económico como en lo que a ocupación de la población se refiere.
Sector secundario
Sector de la economía que incluye todas las actividades de transformación de la materia prima en producto elaborado, de manera industrial.
El sector secundario abarca a la industria y a todas las actividades de transformación de la materia prima en un bien de equipo o consumo.
La industria tiene su despegue durante los siglos XVIII y XIX en el período conocido como revolución industrial. El despegue industrial se debe, principalmente, a la utilización de la tecnología en las tareas del trabajo. Esto es posible gracias al trasvase de capitales, fuerza de trabajo y mercancías desde el sector primario, la agricultura principalmente, al sector secundario.
El sector industrial se caracteriza por la concentración geográfica de la producción, buscando ventajas comparativas y de localización, y la de la población. Surgen, así, las grandes ciudades y las regiones industriales, y también las regiones especializadas en determinados productos. Ni las ciudades, ni las regiones especializadas son autosuficientes para producir todo lo que necesitan. Aparece, de este modo, la necesidad de crear mercados más amplios, de ámbito nacional o internacional, en los que comprar y vender. En este proceso el transporte va a tener un papel fundamental, que no sólo impulsa la industria, sino que además es uno de sus principales consumidores. Con la creación de mercados nacionales e internacionales caen las barreras aduaneras, el proteccionismo económico sólo aparecerá en caso de crisis, y se reducirán los precios unitarios del transporte.
El sector industrial es el más contribuye al PIB y el que más fuerza de trabajo emplea hasta la segunda guerra mundial, tras la que empieza a perder importancia a favor de los servicios.
Se distinguen tres tipos básicos de industria: la industria pesada, la industria de equipo y la industria ligera. En sentido estricto, una industria pesada es aquella que trata grandes cantidades de productos brutos, pesados, para transformarlos en productos semielaborados. En realidad, estos artículos son en su mayoría bienes de equipo, por lo que se considera como industria pesada a las de primera elaboración y como industrias de equipo a las que emplean productos semielaborados. La industria ligera es la que produce bienes de uso y consumo particular. Para ello utiliza materias primas y productos semielaborados. Aunque la industria alimentaria moviliza grandes cantidades de mercancía, el destino de estos artículos es el mercado al por menor.
Las nuevas tecnologías también han hecho aumentar la productividad en la industria. Los robots y las tareas automatizadas permiten realizar el mismo trabajo con menos obreros y en menos tiempo. Las nuevas tecnologías crean nuevas industrias pero en menor proporción que los puestos de trabajo que se destruyen. El exceso de trabajadores, capitales y mercancías se invierten en el sector servicios, que tiene un incremento espectacular.
En 1973 la crisis del petróleo paralizó buena parte de las inversiones y produjo un espectacular aumento del paro en los países desarrollados.
Sector terciario
El sector económico que se dedica a la prestación de servicios a las personas y a las empresas de tal manera que puedan dedicar su tiempo a trabajar o al ocio, sin necesidad de hacer todas las tareas que requiere la vida en una sociedad desarrollada.
El sector terciario se dedica, sobre todo, a ofrecer servicios a la sociedad, a las personas y a las empresas. Lo cual significa una gama muy amplia de actividades que está en constante aumento. Esta heterogeneidad abarca desde la tienda de la esquina, hasta las altas finanzas o el Estado. Es un sector que no produce bienes, pero que es fundamental en una sociedad capitalista desarrollada. Su labor consiste en proporcionar a la población todos los productos que fabrica la industria, obtiene la agricultura e incluso el propio sector servicios. Gracias a ellos tenemos tiempo para realizar las múltiples tareas que exige la vida en la sociedad capitalista de consumo de masas: producir, consumir y ocupar el tiempo de ocio.
El sector servicios aumenta progresivamente con el desarrollo de la sociedad capitalista. Durante el Antiguo Régimen era muy escaso, reduciéndose a las ferias locales, la Administración del Estado y poco más. Comienza a aumentar con los inicios de la revolución industrial, y con la concentración de la población en las ciudades, que hace aparecer en ellas las tiendas permanentes, los servicios bancarios, etc. Además, la Administración del Estado se vuelve más compleja. Se tiende a mejorar la gestión y distribución de los bienes, pero el aumento espectacular se da tras la segunda guerra mundial y el desarrollo del Estado del bienestar. Actualmente es el sector que más contribuye al PIB y el que más población activa ocupa, llegando hasta el 90% en países pequeños y ricos, como Luxemburgo o Bélgica.
Esta inflación de servicios se debe a la producción de bienes de consumo por parte de la industria y a la inversión en servicios. Durante los años 80 y 90 también se ha producido un aumento espectacular de la productividad en los servicios, gracias a las nuevas tecnologías, y sobre todo a la informática. El exceso de capitales, fuerza de trabajo y mercancías producidas, no se puede transferir a otros sectores, lo que implica un aumento del paro espectacular, y estructural, y una inflación de los servicios, único sector con capacidad de crecer a corto plazo.
Pero tener unos porcentajes altos de población activa en el sector servicios no es exclusivo de los países ricos, sino que también en el Tercer Mundo hay esos mismos índices de trabajadores en este sector. La diferencia está en que en el Tercer Mundo no hay industria que sostenga el desarrollo de los servicios, y la mayoría de ellos son servicios personales, domésticos o actividades sumergidas. Es la existencia de grandes ciudades en los países subdesarrollados lo que propicia esta situación, junto a las grandes desigualdades sociales.
Sector de la economía que incluye todas las actividades en las que se obtienen producto directamente de la naturaleza: agricultura, ganadería, pesca, silvicultura y minería.
Las actividades más representativas del sector primario son: la agricultura, la ganadería, la pesca, la minería y la silvicultura.
Hasta la revolución industrial este fue el sector más desarrollado, el que creaba más riqueza y el que empleaba más fuerza de trabajo, los métodos de producción necesitaban mucha mano de obra. En general, se trataba de una agricultura de subsistencia, en la que se consumía todo lo que se producía. La minería era un sector importante que alimentaba las herrerías, y estas ofrecían sus productos a los campesinos.
La revolución industrial y la aplicación a las tareas del campo de máquinas, redujo la necesidad de tanta fuerza de trabajo. También permitió el incremento de la productividad, con lo que se acumularon grandes capitales gracias al aumento de los beneficios. Los capitales, la fuerza de trabajo y las mercancías excedentes se invirtieron en la industria, lo que permitió el desarrollo del sector secundario.
La industria proporciona insumos, que son empleados en la agricultura, la minería y todo el sector primario, en un proceso de retroalimentación.
El segundo aumento de la productividad en la agricultura y ganadería fue la revolución verde. La revolución verde es un proceso en el que se emplean, masivamente, los avances científicos y tecnológicos que se producen en la industria, aplicados a la agricultura, y que se desarrolla principalmente tras la segunda guerra mundial.
La revolución verde permite una mayor reducción de la mano de obra empleada en las tareas agrícolas y un aumento de la productividad de la tierra, lo que genera un exceso de trabajadores, los cuales deben ocuparse en otros sectores, o acaban en el paro. Además, gracias a este incremento de la productividad los precios unitarios de los productos agrícolas descienden.
En los países desarrollados esta agricultura necesita ayudas a la inversión, para renovar el equipo y adecuar el tamaño de las explotaciones a las nuevas necesidades productivas.
Los países desarrollados son autosuficientes en los productos básicos de su dieta y sólo acuden a los bienes del Tercer Mundo cuando son artículos de lujo, o netamente más baratos.
El GATT es el organismo que vela por la libre competencia y el libre comercio internacional. La Ronda Uruguay del GATT celebrada en 1994 permite la liberalización del comercio de los productos agrícolas. Como el comercio de estos productos está en manos de los países desarrollados son estos los más favorecidos por la liberalización. El 1 de enero de 1995 fue sustituido por la OMC (Organización Mundial del Comercio).
En los países desarrollados el sector primario ocupa cada vez a menos población activa y tiene un peso menor en el PIB, pero en los subdesarrollados aún tiene mucha importancia, tanto desde el punto de vista económico como en lo que a ocupación de la población se refiere.
Sector secundario
Sector de la economía que incluye todas las actividades de transformación de la materia prima en producto elaborado, de manera industrial.
El sector secundario abarca a la industria y a todas las actividades de transformación de la materia prima en un bien de equipo o consumo.
La industria tiene su despegue durante los siglos XVIII y XIX en el período conocido como revolución industrial. El despegue industrial se debe, principalmente, a la utilización de la tecnología en las tareas del trabajo. Esto es posible gracias al trasvase de capitales, fuerza de trabajo y mercancías desde el sector primario, la agricultura principalmente, al sector secundario.
El sector industrial se caracteriza por la concentración geográfica de la producción, buscando ventajas comparativas y de localización, y la de la población. Surgen, así, las grandes ciudades y las regiones industriales, y también las regiones especializadas en determinados productos. Ni las ciudades, ni las regiones especializadas son autosuficientes para producir todo lo que necesitan. Aparece, de este modo, la necesidad de crear mercados más amplios, de ámbito nacional o internacional, en los que comprar y vender. En este proceso el transporte va a tener un papel fundamental, que no sólo impulsa la industria, sino que además es uno de sus principales consumidores. Con la creación de mercados nacionales e internacionales caen las barreras aduaneras, el proteccionismo económico sólo aparecerá en caso de crisis, y se reducirán los precios unitarios del transporte.
El sector industrial es el más contribuye al PIB y el que más fuerza de trabajo emplea hasta la segunda guerra mundial, tras la que empieza a perder importancia a favor de los servicios.
Se distinguen tres tipos básicos de industria: la industria pesada, la industria de equipo y la industria ligera. En sentido estricto, una industria pesada es aquella que trata grandes cantidades de productos brutos, pesados, para transformarlos en productos semielaborados. En realidad, estos artículos son en su mayoría bienes de equipo, por lo que se considera como industria pesada a las de primera elaboración y como industrias de equipo a las que emplean productos semielaborados. La industria ligera es la que produce bienes de uso y consumo particular. Para ello utiliza materias primas y productos semielaborados. Aunque la industria alimentaria moviliza grandes cantidades de mercancía, el destino de estos artículos es el mercado al por menor.
Las nuevas tecnologías también han hecho aumentar la productividad en la industria. Los robots y las tareas automatizadas permiten realizar el mismo trabajo con menos obreros y en menos tiempo. Las nuevas tecnologías crean nuevas industrias pero en menor proporción que los puestos de trabajo que se destruyen. El exceso de trabajadores, capitales y mercancías se invierten en el sector servicios, que tiene un incremento espectacular.
En 1973 la crisis del petróleo paralizó buena parte de las inversiones y produjo un espectacular aumento del paro en los países desarrollados.
Sector terciario
El sector económico que se dedica a la prestación de servicios a las personas y a las empresas de tal manera que puedan dedicar su tiempo a trabajar o al ocio, sin necesidad de hacer todas las tareas que requiere la vida en una sociedad desarrollada.
El sector terciario se dedica, sobre todo, a ofrecer servicios a la sociedad, a las personas y a las empresas. Lo cual significa una gama muy amplia de actividades que está en constante aumento. Esta heterogeneidad abarca desde la tienda de la esquina, hasta las altas finanzas o el Estado. Es un sector que no produce bienes, pero que es fundamental en una sociedad capitalista desarrollada. Su labor consiste en proporcionar a la población todos los productos que fabrica la industria, obtiene la agricultura e incluso el propio sector servicios. Gracias a ellos tenemos tiempo para realizar las múltiples tareas que exige la vida en la sociedad capitalista de consumo de masas: producir, consumir y ocupar el tiempo de ocio.
El sector servicios aumenta progresivamente con el desarrollo de la sociedad capitalista. Durante el Antiguo Régimen era muy escaso, reduciéndose a las ferias locales, la Administración del Estado y poco más. Comienza a aumentar con los inicios de la revolución industrial, y con la concentración de la población en las ciudades, que hace aparecer en ellas las tiendas permanentes, los servicios bancarios, etc. Además, la Administración del Estado se vuelve más compleja. Se tiende a mejorar la gestión y distribución de los bienes, pero el aumento espectacular se da tras la segunda guerra mundial y el desarrollo del Estado del bienestar. Actualmente es el sector que más contribuye al PIB y el que más población activa ocupa, llegando hasta el 90% en países pequeños y ricos, como Luxemburgo o Bélgica.
Esta inflación de servicios se debe a la producción de bienes de consumo por parte de la industria y a la inversión en servicios. Durante los años 80 y 90 también se ha producido un aumento espectacular de la productividad en los servicios, gracias a las nuevas tecnologías, y sobre todo a la informática. El exceso de capitales, fuerza de trabajo y mercancías producidas, no se puede transferir a otros sectores, lo que implica un aumento del paro espectacular, y estructural, y una inflación de los servicios, único sector con capacidad de crecer a corto plazo.
Pero tener unos porcentajes altos de población activa en el sector servicios no es exclusivo de los países ricos, sino que también en el Tercer Mundo hay esos mismos índices de trabajadores en este sector. La diferencia está en que en el Tercer Mundo no hay industria que sostenga el desarrollo de los servicios, y la mayoría de ellos son servicios personales, domésticos o actividades sumergidas. Es la existencia de grandes ciudades en los países subdesarrollados lo que propicia esta situación, junto a las grandes desigualdades sociales.
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